El Infantado presenta ante el Ministerio de Cultura su candidatura a Patrimonio Mundial

El Palacio del Infantado sigue dando pasos para convertirse en Patrimonio Mundial de la Unesco . El último, este martes, tras la reunión del alcalde de Guadalajara, Antonio Román , acompañado del técnico de Patrimonio del Ayuntamiento, Pedro José Pradillo , para presentar el proyecto ante un grupo de trabajo compuesto por técnicos de todas las comunidades autónomas y del Ministerio de Cultura. El encuentro tuvo lugar en la sede del Ministerio de Cultura en Madrid y es el paso previo a la reunión que tendrán los representantes autonómicos y centrales para decidir la lista indicativa definitiva de los monumentos que optan a ser candidatos oficiales .

El alcalde ha manifestado que en dicha reunión existió un reconocimiento a la singularidad de este edificio: «Para Guadalajara y el Ayuntamiento es un paso más en ese largo trabajo para conseguir el reconocimiento, tanto del Estado español y también de la UNESCO si pudiera ser, de la singularidad de este edificio, y que pueda ser declarado patrimonio, primero del Estado español, y posteriormente, patrimonio mundial».

Román, que ha reconocido que los pasos que se están dando son difíciles, aunque ha señalado, que se continúa trabajando en ello y que «nunca se dejará de luchar por este objetivo».

El Palacio del Infantado ha tenido diferentes usos: museo, biblioteca, archivo histórico, colegio para huérfanas de padres militares, así como salón de bodas reales de Felipe II y Felipe V. En 2014 se cumplió un siglo como Monumento Nacional. El conjunto declarado Bien de Interés Cultural (BIC) celebra ya cinco siglos en pie , a pesar de guerras, reformas más o menos acertadas y el exonerable paso del tiempo, siempre como icono por excelencia de la ciudad de Guadalajara.

A pesar de que no es la primera vez que el conjunto se propone para ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad, no es hasta el pasado año, con el Gobierno liderado por María Dolores Cospedal , que se incluye en la lista indicativa de posibles nuevas incorporaciones. Se trata de un proceso lento por el que primero debe ser reconocido a nivel estatal y, más tarde, mundial.