Dos detenidos de Guadalajara por intentar el timo del tocomocho en Logroño
No lograron su objetivo de estafar a un anciano, aunque consiguieron escapar de la Policía Nacional
La Policía Nacional ha detenido en Guadalajara a dos hombres que intentaron estafar con el timo del tocomocho a un anciano en Logroño y no lograron su propósito, aunque consiguieron huir de los agentes que intentaban su detención tras ser alertados por varias entidades bancarias. Los detenidos son los vecinos de Guadalajara M.M.C., de 34 años y J.C.R., de 28 años, que tienen antecedentes policiales y que en esta ocasión han sido arrestados tras intentar timar a un hombre de avanzada edad en Logroño, según ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha.
Los hechos ocurrieron hace unas días, cuando responsables de varias entidades bancarias de Logroño avisaron a la Policía Nacional de que unos individuos podrían estar intentando timar a un cliente que estaba intentando sacar 10.000 euros en oficinas, acompañado por dos individuos a los que los empleados no conocían. Tras recibir el aviso, agentes policiales se desplazaron hasta el lugar donde se encontraba el anciano y comprobaron que estaba acompañado por un joven, que al percatarse de la presencia policial, huyó a pie hacia un vehículo en el que había otras personas.
Cuando intentaron interceptar el vehículo, el conductor aceleró y maniobró bruscamente y logró huir tras impactar con el vehículo policial. Una hora después, el propietario del vehículo puso una denuncia de que se lo habían sustraído la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Guadalajara, con el objeto de intentar eludir la acción de la justicia.
En la Comisaría de Logroño, la víctima explicó que dos hombres le habían propuesto el cambio de un billete de lotería premiado con una gran cantidad de dinero a cambio de que les entregara 10.000 euros. Estos dos individuos le acompañaron hasta su domicilio para recoger su cartilla bancaria y después a diversas sucursales de la ciudad con el objeto de extraer el dinero correspondiente, lo que finalmente no consiguió.
En las sucursales bancarias a las que accedió iba siempre acompañado por uno de ellos, mientras que el otro permanecía en un vehículo con el que se desplazaron hasta su domicilio y las entidades bancarias, en algunas de las cuales accedía al interior y en otras le esperaba en el exterior.