Luces y sombras de 21 artistas alcarreñas
«Asombras» es la exposición sobre la mujer que se puede visitar en la Sala Azul del Palacio del Infantado hasta el próximo 29 de marzo
La cita era a las 19.00 horas en la Sala Azul del Palacio del Infantado. Minutos antes, ya se arremolinaba medio centenar de personas a la espera de poder desvelar lo que había detrás de la exposición «Asombras», una muestra que congrega las obras en torno a la mujer de 21 artistas alcarreñas. La hora llega y se abren las puertas de la sala iluminada, en la que los asistentes, que ahora suman la centena, descubren una parte del montaje: unos pequeños marcos blancos de diez centímetros de ancho por quince de alto que albergan figuras, letras, objetos.
Lo primero que se piensa es en arte mínimo, aunque detrás tiene que haber algo, a juzgar por los pequeños focos apagados que se encuentran delante de todas y cada una de las obras. La escultora Pilar V. de Foronda toma la palabra para explicar qué es lo que los asistentes están viendo. «Es una exposición feminista, cooperativa, transgeneracional, interdisciplinar e interactiva».
Es así porque, además de estar integrada solo por mujeres y con la figura femenina como epicentro, las artistas van desde los veintipocos a más allá de los 50; fotógrafas, escultoras, ilustradoras, dibujantes, encajeras son algunas de las facetas de estas féminas que han hecho posible la colección; y, sobre todo, interactiva, porque, aunque la obra esté dentro de un cuadro, los participantes pueden verlo desde diferentes perspectivas, jugando con la luz, creando nuevas composiciones.
Los nombres concretos detrás de esta iniciativa son Pilar Prieto, Marian Calvo, Belén Morata, Vicky Vinuesa, Elena Rubio, Ángela Carrasco, Adela Burgos, Elvira Ongil, Pilar V. de Foronda, Vanessa Bermejo, Antje González, Julia Gómez, Lidia Mora, Sandra Illana, Sara Barceló, Sara Arias, Nuria Tornero, Maite Marina, Isabel Plaza, Rosa Alonso y Ana Ongil. 21 visiones de la mujer y su papel en el mundo.
Y se hizo la sombra
Tras la explicación, la habitación se torna a oscuras. Y poco a poco empieza a cobrar sentido el título, «Asombras», ya que la obra en sí no es lo importante, sino la sombra que proyecta sobre la pared, gracias a esos pequeños focos, que se encienden uno a uno provocando sonidos de asombro. Los cuadros de diez por quince sobre la pared crecen hasta un metro, dependiendo de lo cercano de la iluminación.
Mensajes como «No cortes mis alas» junto a la Venus de Milo, un hada con todo lujo de detalles que ahora sí se perciben con toda claridad, reglas y cartabones que la luz torna enormes, un cartel que reza «Votes for women» debajo de la figura de dos mujeres, que en su versión en la pared tienen dos flores prendadas al pelo. Iconos, símbolos, detalles que vuelven a asombrar, aún más cuando a los focos fijos se aplican otros auxiliares, creando más sombras y más obras diferentes. Y entre todo ello, el rincón participativo, que los niños hacen suyo, combinando diferentes trozos papel transparente de colores.
«Alguien dijo que había que poner unas características comunes a todas las obras pero que a la vez supusiese un reto para nosotras», dice Adela Burgos, otra de las artistas que expone en esta Sala Azul. Y esto fue hace aproximadamente un mes, el resultado, más que recomendable por lo fresco e innovador, se puede visitar hasta el 29 de marzo.
Sara Barceló cerraba la introducción explicando que todas las obras eran 21 formas diferentes que «las mujeres tienen que transitar la vida». «Porque ser mujer es difícil, pero es un magnífico regalo».