entrevista carlos príncipe | exalcalde socialista de vigo

«Gayoso era el que hacía de sultán, pero Caballero cobraba»

Defiende que si el PSOE quiere hacer algo en Galicia debe buscar una alternativa a Besteiro y aventura una guerra civil en Ferraz si Sánchez no gana el 20-D

«Gayoso era el que hacía de sultán, pero Caballero cobraba» salvador sas

e. p. rodríguez-somoza

No le cierra la puerta a volver a la primera línea de fuego, defiende que la suya es una cuestión de convicciones y que para defenderlas lo que hace falta es «hacer política, estés donde estés». «Otros —marca la diferencia quien fue expulsado del PSOE en enero de 2015— están en política para vivir de ella». Tuvo que desechar la idea de presentar una candidatura alternativa en las pasadas municipales. «No era el momento», señala convencido de que esta decisión entregó la mayoría absoluta a Caballero en Vigo. Claro a la par que irónico, el Carlos Príncipe que se «rebela contra quienes quieren aprovecharse de Vigo» habla para ABC.

—En los últimos años se ha convertido en el principal azote de Caballero, ¿ha digerido ya los resultados de las últimas municipales?

—Eran unos resultados previsibles, si no existe alternativa la gente se queda con lo que hay. En el momento que decidí no presentarme sabía que le estaba entregando la mayoría absoluta. Decidí no hacerlo porque no era el momento. La única posibilidad de que no tuviera mayoría absoluta era que yo me presentara.

—Muchos ven en sus acusaciones una guerra personal, ¿es así?

—Ninguna. Además el problema no es Caballero, él es el síntoma de una enfermedad que se llama corrupción de las élites. Caballero en la alcaldía y la ciudad en declive. Esto es lo grave. Solo hay que ver las estadísticas, cualquiera de ellas. Somos la cuarta ciudad de Galicia en renta per cápita, ¿este es el futuro que queremos para nuestros hijos? Yo no me contento con haber perdido el liderazgo económico, con que Vigo sea la segundona detrás de La Coruña. ¡Me rebelo! Me rebelo contra los que quieren vivir y explotar el declive de la ciudad. Y tan culpable es Caballero como Manolo Rodríguez (Rodman), los de Barreras o Gayoso.

—Teniendo en cuenta los resultados del pasado 24-M, no parece que la ciudadanía comparta su diagnóstico.

—En Vigo pasa como en Cataluña, donde nadie sabía que la familia de Pujol robaba. ¿Cuántas mayorías absolutas tuvo Pujol?, ¿cuántos años gobernó? Pues lo que está pasando en esta ciudad es exactamente lo mismo. En Vigo se está utilizando la bandera de la ciudad para tapar la corrupción de las élites y en Cataluña se hacía exactamente igual. No sé si aquí la comisión es más alta o qué, porque en los papeles de la «Patos» hay varias tarifas. Desconozco cuál es la que se aplica aquí.

—Me habla de la «Patos» y no estaría usted tan desencaminado en sus acusaciones cuando la justicia acaba de imputar a Caballero.

—Y esta operación es solo la punta del iceberg. ¿Ve normal que paguemos 27 millones de euros por el contrato de la basura cuando en el 2001 se pagaban 13 y que ni Dios haya preguntado? ¿Usted cree que es normal que en la Patos esté el jefe de la oposición y parte de su gobierno y no esté el Bloque porque se fue? Aquí hacía falta un Saviano que escribiese «Gomorra».

—Irregularidades urbanísticas, casos de enchufismo… ¿Se miró para otro lado?

—Aquí cada uno ha ido a lo suyo. Si todo lo mal que va Vigo la culpa es de Feijóo, robemos que aquí no pasa nada. Es lo que pasaba en Cataluña, donde la culpa siempre era de Madrid. Estoy deseando que haya un presidente de la Xunta que no sea Feijóo y seguir viendo cómo se hunde Vigo, a ver a quién le echamos la culpa entonces. El problema no está fuera, está dentro.

—El alcalde de Vigo imputado, también el secretario general del PSdeG, dos pesos pesados, ¿echa de menos mayor contundencia contra la corrupción en el que fue su partido durante 33 años?

—El problema es los que están en la política. O le devolvemos la política a los ciudadanos y a los ciudadanos que hacen política o se acabó. Este es el drama. Yo creo que Ferraz no se comporta de manera diferente a Génova. Tampoco vi a IU preocupada cuando tenía un teniente de alcalde salpicado por el «caso Mercasevilla».

—¿Qué le diría ahora a aquellos que le recomendaron callarse y marcharse?

—Si el general Franco no me calló, pues no me va a callar nadie. El PSOE pedirá perdón por las barbaridades que ha hecho y que se irán descubriendo.

—¿Goza Abel Caballero de una suerte de patente de corso en el PSOE?

—Sin duda. Pero en todos los partidos si tienes buenos resultados electorales haces lo que te sale de las bolas, textualmente. El problema es el sistema.

—¿Debe temer Besteiro a Caballero ante unas posibles primarias?

—Abel no se va a presentar a las primarias, no es tonto.

—¿Pero sí puede mover hilos?

—Ahí está la duda de Blanco. Que no se olvide de lo que le hicieron a «Pachi», que sentaron a Elena Espinosa dos semanas antes del congreso. Es decir, que le pueden sacar un candidato alternativo a Besteiro en cualquier momento.

—¿Usted sería partidario de Blanco?

—Yo creo que Blanco es más de lo mismo. Es la madre de todas las barbaridades que se han hecho en el partido desde que llegó en el año 2000. Se cargó las primarias, a la gente valiosa. Impuso la mediocridad. Y algún día se levantarán las alfombras del Ministerio (Fomento).

—¿Y de Besteiro?

—No. Si el PSOE quiere hacer algo en Galicia tiene que buscar otra cosa.

—Especialmente duro se está manifestando el exalcalde La Coruña, Francisco Vázquez, con la actual dirección del PSOE, ¿qué opinión le merecen sus últimas declaraciones?

—Vázquez siempre dijo lo que pensó y en este sentido no engaña a nadie. El problema que siempre tuvimos en el PSOE es que nos metemos con la Iglesia en campaña y cuando gobernamos nos llevamos bien. A mí me gusta la gente coherente. Si lo digo, lo hago.

—En las generales, ¿fagocitarán los nuevos partidos a los tradicionales?

—Sí. Aun así el bipartidismo va a tener el 70 por ciento de los votos, pero va a ser muy difícil gobernar después. Lo que está claro es que si Sánchez no gobierna veremos una guerra civil del PSOE.

—Dos años de cárcel para los exdirectivos de Novacaixagalicia ¿una sentencia simbólica?

—Lo que tiene que hacer ahora el Ayuntamiento, después de que en la sentencia se hable de una mala gestión en Caixanova, es llevar a todos los consejos de administración de los últimos diez años para que expliquen cómo dilapidaron el dinero que era público. Hemos perdido una entidad financiera y si no volvemos a tener una, con sede en Vigo, nunca volveremos a ser una ciudad líder en Galicia.

—Se depuran responsabilidades penales, pero ¿qué pasa con las políticas?

—El que hacía de sultán era Gayoso, pero Caballero cobraba. ¿Cómo cobraba? Primero, directamente, como empleado de la Escuela de Negocios y, después, cobró políticamente hablando. Le pusieron los altavoces mediáticos para engañar a la gente. Recuerdo el titular de un periódico que se hacía eco de unas declaraciones de Caballero en las que afirmaba: «Gayoso es la solución, no es el problema». Tendrá que explicar por qué sacó a 30.000 tíos a la calle. El tiempo me ha dado la razón.

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