La Policía desaconseja aumentar el número de agentes uniformados en el Camino

Abraham Coco

16/10/2015
Actualizado 17/10/2015 a las 12:15h.

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Aumentar el número de policías uniformados en el Camino podría generar una alerta innecesaria. Esa es la idea que compartieron este jueves el inspector jefe de la comisaría de Policía Nacional de Astorga , Francisco Cabero, y el jefe de la Policía Local de esta localidad leonesa, Juan Carlos Rodríguez, en cuyo en torno fue asesinada en abril la peregrina estadounidense Denise Thiem . Ambos participaron en una mesa redonda sobre seguridad en la ruta jacobea en el fórum Fairway , primera edición de un evento que combina el negocio y el debate en torno a la peregrinación.

Reconoció que los cinco meses que tardó el resolverse el crimen de Denise fueron «duros» , aunque aseguró que las sospechas enseguida apuntaron al vecino hoy encarcelado como acusado de su muerte. Pese a este desgraciado suceso y a las denuncias de intentos de tocamientos, defendió que «el Camino es seguro» . «La modalidad delictiva que más se da es el hurto al descuido », comentó el comisario Cabero, quien se mostró partidario de que «el peregrino haga el Camino a su aire».

«Ojo a los falsos peregrinos», advirtió Cabero, quien expuso que existe «comunicación fluida con los responsables de los albergues para reseñar posibles incidencias» . No obstante, estos establecimientos no están obligados a remitir la lista de personas que duermen en ellos cada día, aunque se estudia implantarlo. «Haremos chequeos para filtrar al mal peregrino» , avanzó.

Subrayó la necesidad de «concienciar al caminante de que debe poner en conocimiento de la Policía» cualquier situación anómala que detecte en su itinerario y de «darle nociones de autoseguridad», pero rechazó incrementar el número de efectivos: «Sería un estado policial y no es el caso» . De hecho, durante el coloquio se sostuvo que «solo tres países son más seguros que el Camino» a tenor de las estadísticas de criminalidad: Mónaco, Liechtenstein y Singapur. Cabero abogó también por que se denuncie la modificación de señales , pues a veces la picaresca de algunos por beneficiar a sus negocios les lleva a mover el sentido de la famosa flecha amarilla, situación que quedará solventada con las medidas previstas en el plan director de la Xunta .

Rodríguez, al frente de la Policía Local maragata desde hace más de tres lustros, apostó también por «dar unas mínimas nociones de autoprotección al iniciar el Camino» para evitar situaciones negligentes como las provocadas por peregrinos coreanos en invierno en zonas montañosas. También demandó más coordinación entre cuerpos de seguridad y administración: «Redundaría en calidad al peregrino. La parcelación genera problemas».

«Hay que replantear los protocolos de seguridad del Camino —argumentó—. Que haya presencia estática de Policía, pero sin que el peregrino lo vea. Que no se le eche el aliento en la nuca. Como en los buenos partidos de fútbol, el árbitro tiene que pasar inadvertido. No hace falta que los agentes se hagan muy visibles. Eso genera inseguridad», relató. A las administraciones públicas, las instó a homogeneizar la labor de vigilancia para evitar zonas muy atendidas con otras casi abandonadas, al discurrir el Camino por diferentes comunidades autónomas. Y ahondó en la advertencia de que «la mala señalización es lo que más inseguridad da» , algo que avala por su experiencia como peregrino en 2009. A los caminantes, les animó a hacer un uso mayor del móvil y las redes sociales durante su peregrinaje: «Las Tics son importantísimas. Es impensable hacer el Camino de Santiago como hace 25 años », pero no porque hoy sea más inseguro, pues recordó que desde siempre « ha habido un control de maleantes en la ruta».

Esa necesidad de «coordinar esfuerzos» también la expuso Juan Carlos Blázquez, capitán del Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil , que en ocasiones vigila a caballo el trazado. De hecho, se mostró partidario de «que haya una entidad que englobe las necesidades de seguridad del Camino».

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