Los médicos deciden dejar morir a la pequeña Andrea
Los pediatras rectifican y retiran la nutrición artificial tras producirse un empeoramiento de la niña de 12 años

Andrea Lago Ordóñez morirá sin dolor . El deseo de sus padres se cumplirá: los médicos que atienden a la niña de doce años con una enfermedad incurable rectificaron ayer su decisión y retiraron la alimentación artificial que mantenía con vida a la pequeña. El cambio de opinión del equipo de pediatras del hospital Clínico Universitario de Santiago se produjo sin que el juez tuviera que obligarles a ello, pero la familia y su abogado consideran que la presión judicial y mediática de la última semana ha sido clave para la resolución de este controvertido caso.
La menor, con una dolencia neurodegenerativa agravada en los últimos cuatro meses, comenzó por la tarde el proceso que la llevará hasta una « muerte dulce », en palabras del letrado de los progenitores, Sergio Campos. La única nutrición que recibía le llegaba a través de una sonda exterior directa al estómago. Este sistema fue eliminado y sustituido por la mínima hidratación posible. Es la dosis justa para que la «fuerte sedación» a la que estará sometida haga efecto al permitir la metabolización de los fármacos.
« Parece que la cordura se ha impuesto y la petición de los padres se ha atendido », explicaba Campos a la salida del hospital compostelano después de una jornada de reuniones que había comenzado a media mañana en los juzgados. La sorpresa saltaba en el transcurso de un encuentro entre la familia y el titular de Primer Instancia número 6 , durante el que se recibió la notificación de que el servicio de Pediatría del Clínico accedía a «flexibilizar su postura inicial». Desde allí, « ansiosos y angustiados », tras aportar más documentación, Estela Ordóñez y Antonio Lago pusieron rumbo al centro hospitalario, donde se concretó este tratamiento paliativo para su hija cuyo fin todavía se demorará varios días e incluso semanas.
El juzgado, vigilante
Con este viraje y tomada esta resolución «de común acuerdo», el juzgado de familia que seguía el caso no lo archivará hasta que Andrea fallezca. Tal y como informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG), « realizará un seguimiento para comprobar el cumplimiento del plan ». Por el momento no se cerrará, pero tampoco se espera ningún tipo de pronunciamiento judicial. El abogado sospecha que la judicialización del conflicto ha influido en su rápida conclusión.
Preguntado al respecto, emplazó a los medios de comunicación a sacar sus propias conclusiones: « Nosotros tampoco sabemos qué ha pasado por la mente del equipo médico para variar tan sustancialmente su criterio». No obstante, sí agradeció «sus gestiones de mediación» tanto al instructor como al Ministerio fiscal y al equipo de Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que examinó a la pequeña. La gratitud llevaba implícita su opinión al respecto de lo ocurrido.
Cuestionado por ABC sobre si la salud de la menor había empeorado en un grado suficiente como para alcanzar ese punto « terminal » al que se aludía para permitir la retirada de la alimentación, el letrado optó por la cautela: «No soy médico y no me gusta informar de lo que no sé. Honestamente no puedo contestar a eso». « Ellos solo nos han hecho saber que mudan su criterio y acceden a la retirada . No buscamos disculpas porque no se precisan. No nos sentimos especialmente agraviados. Simplemente estamos satisfechos y celebrados este cambio», comentó el letrado Campos.
En cambio, y a través de un comunicado, el hospital gallego señaló que tras haber enviado el viernes un informe al juzgado sobre la situación clínica de la paciente, «se produjeron cambios en las últimas horas» y que « a raíz de ellos » variaron su parecer. En cualquier caso, y como hicieron la semana pasada, recordaron que su actuación «se ha venido adecuando en todo momento a lo establecido en la normativa vigente y al ejercicio de una acertada práctica clínica ». De sus palabras se concluye que el «extremo» terminal que no veían alcanzado hace una semana, cuando incluso ofrecieron darle el alta médica para que regresara a su casa, sí se da ahora.
Sentimientos enfrentados
La peleada resolución generó en los padres sensaciones contrapuestas después de una vida en la que veían cómo la salud de Andrea se iba debilitando pese a que siempre fue superando las esperanzas de vida que los neurólogos le fijaban. Ambos delegaron la comunicación del anuncio a su abogado y optaron por quedarse junto a la niña. «Están preparándose para despedirse de su hija como corresponde. A partir de ahora comienza la cuenta atrás», apuntó. De hecho, estaba previsto que los abuelos acudieran ya durante la tarde a despedirse, pese a que el fallecimiento puede incluso prolongarse hasta cuarenta días , según indicó a la familia un forense del Imelga . « En la literatura médica este es un tema controvertido. El desenlace puede producirse en dos, cuatro, ocho o treinta y ocho días », declaró el letrado, quien por ese motivo solicitó «cautela».
Nunca habló ni caminó
«La sensación es que el caso de Andrea nos enseña que todas las vidas, aunque sean incompletas —la niña nunca habló, nunca caminó y nunca se pudo relacionar—, pueden ser una vida decisiva para enseñarnos a los demás el camino a seguir», aseguró Campos. A continuación, aventuró que la pequeña de Noia, una localidad situada en una de las rías coruñesas, «está llamada a ser un faro para que todos los padres que sufran un proceso similar tengan un espejo en el que reflejarse y ver que este es el procedimiento a seguir más racional, humano y sensato».
La rectificación de los profesionales se ajusta finalmente a lo que había dictaminado el comité de ética asistencial de Galicia , quien en un informe no vinculante era favorable a permitir la retirada de la alimentación . Se da también cumplimiento a la ley de derechos y garantías de la dignidad de las personas enfermas terminales que el Parlamento gallego aprobó el pasado mes de junio para situarse a la vanguardia en este ámbito. Aunque la familia intentó rehuir la polémica y por ello no hizo público su caso hasta verse superada por la situación, la politización de la noticia fue inmediata.
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