Caso Asunta: Varios testigos hacen tambalear la versión de los padres

Un agente revela que Porto puso problemas cuando le propusieron ver la vivienda de Teo

Caso Asunta: Varios testigos hacen tambalear la versión de los padres muñiz

patricia abet

Quince personas desfilaron ayer por los juzgados de Santiago para tratar de arrojar luz sobre el crimen de la niña Asunta Basterra . Sus declaraciones, guiadas por las preguntas de Fiscalía y defensas, dejaron al descubierto los puntos flacos y las lagunas de las versiones que los padres de la víctima ofrecieron la pasada semana ante el tribunal popular encargado de juzgarlos. El primero de los reveses al relato de los acusados llegó de la mano de una amiga de Asunta, que reconoció haberla visto la tarde del crimen en una céntrica calle de Santiago en compañía de Alfonso Basterra.

El padre de la niña lo negó en su interrogatorio, pero este lunes la chica se mantuvo firme en que «esa tarde, a eso de las 18.20 horas, vi a Asunta y a su padre en la esquina de la calle. Eran ellos» . El ticket de una tienda en la que acababa de comprar unas zapatillas unos minutos antes confirma el tramo horario (18.21 horas). Además, el relato de la menor coincide —teniendo en cuenta que durante la instrucción se llevó a cabo un ajuste horario— con las grabaciones de la cámara de una rotonda que muestran el coche de Rosario circulando en dirección a Teo tan solo unos minutos después. Dentro, en el asiento del copiloto, viajaba Asunta. Es la última imagen que se conserva de ella.

Igual de importante para demostrar la autoría de los hechos es el testimonio del vecino de la casa de Teo, que se encontró con Rosario cuando ésta abandonaba la finca. A preguntas del fiscal, el hombre dijo que notó a la madre de Asunta «nerviosa» y aclaró, de manera tajante, que él nunca había tenido copia de las llaves de la vivienda de los Porto. Su afirmación implica que los padres de Asunta eran los únicos que tenían en su poder las llaves de la casa de Teo, en la que cuatro días antes del crimen alguien estuvo desde las 19.35 horas hasta las 22.40. Un intervalo de tiempo para el que los acusados por la muerte de la niña no encuentran explicación y en el que, se cree, podrían haber ensayado o incluso intentado de manera frustrada el crimen.

El relato de la noche de los hechos, que corrió de la manos de varios de los agentes que participaron en la investigación, también dejó en evidencia el testimonio de Porto y Basterra. Según uno de los guardias encargados de las pesquisas, la madre de Asunta puso problemas a la hora de ir a la vivienda de Montouto nada más conocer la noticia de la muerte. «Ella dijo que no quería ir a Teo , pero Alfonso sí estaba dispuesto a acompañarnos. Una vez allí, Porto dijo que tenía que ir al baño y subió las escaleras apresurada», explicó uno de los agentes.

A continuación, y atendiendo al relato de uno de los efectivos, la madre de la niña trató de deshacerse del contenido de una papelera donde había trozos de cuerda y restos nasales de la menor. Según la versión de los dos acusados , los papeles llevaban allí desde el verano. El agente confirmó que uno de los pañuelos incluso estaba húmedo. Porto y Basterra también negaron saber nada de la cuerda naranja que apareció en la papelera y que el guardia que también estuvo junto al cadáver de Asunta relacionó «inmediatamente» con los tres pedazos de cuerda que encontraron a pocos centímetros del cuerpo. La ronda de declaraciones se retomará hoy con 14 nuevos testigos, entre ellos, la madrina de Asunta.

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