Análisis

El momento de los políticos

Feijóo quiere que, sea él o no el candidato de las autonómicas en 2016, el PP tenga el mejor aval político posible

El momento de los políticos efe

Por José Luis Jiménez

Los discursos del PP en los últimos meses insistían en que había cambiado el ciclo económico, y lo que antes era tijera ahora es chequera . Para gobernar los recortes, para gestionar la miseria de cinco años de profunda recesión y presupuestos de pobreza, Feijóo se rodeó de una guardia pretoriana efectiva que fue perdiendo por el camino : ascensos al Gobierno de España, descensos a candidaturas municipales, descartes por inefectividad, salidas voluntarias, etc. La foto final era la de vulgares gestores sin alma, salvo contadas excepciones , en un contexto donde, además, pintaban bastos para el PP.

Con los cambios anunciados este domingo , Núñez Feijóo cambia el paso y da a entender que el momento de la desnuda gestión terminó, y que ahora quiere conselleiros con olfato político , que no vengan de un despacho de funcionario sino de pisar la calle. Y para eso, nada mejor que alcaldes del partido, que saben qué es ganar elecciones y hablar con la gente , esa a la que dentro de un año hay que pedirle el voto en las autonómicas.

Feijóo selecciona a algunos de sus mejores referentes municipales y los eleva a la primera división, refuerza un gobierno con una idea clara: recuperar el pulso y la iniciativa política , renovar las caras de algunas consellerías clave, abrir paso a la siguiente generación y mover ficha para el futuro. Sea quien sea el que encabece la lista del PP a las elecciones gallegas, el presidente quiere que tenga el mejor aval posible, y para eso hay doce meses por delante. Podría pensarse que con esta reestructuración queda patente que él será el candidato. Aventurar conjeturas antes de las generales del 20-D es osado.

Los mensajes que lanza Núñez Feijóo con estos cambios son muchos. Por ejemplo, es la primera vez que incorpora conselleiros externos a la estructura de la Xunta . Tirar de escalafón no ha resultado siempre efectivo. Baste mirar el caso de Rocío Mosquera. La noticia no está en su cese, sino en que aguantara en el puesto tras la sucesión de controversias en su departamento. Convirtió en crisis todo problema que pasaba por sus manos, una falta de capacidad evidente, que tuvo en el Álvaro Cunqueiro la puntilla . Jesús Vázquez Almuíña, médico y del área metropolitana de Vigo, sabe que tiene en el nuevo hospital su reto más inminente. Aunque quizás el problema del Sergas no sea solo la ya conselleira saliente.

Otro mensaje: ganar y foguearse en la política local es un meritoriaje que se reconoce . Ángeles Vázquez y José Manuel Rey eran nombres en todas las quinielas de futuribles para puestos de responsabilidad. Para Medio Rural, una alcaldesa de este entorno como la de Melide. Para Políticas Sociales, el exregidor ferrolano, uno de los que mejor consideración tienen para Feijóo. Llevaba meses en la agenda del presidente. Ahora lo recupera y habrá de probar su valía en el escenario autonómico.

De entre los que se quedan, Francisco Conde asume Traballo y dota de más contenido a su departamento económico. A Beatriz Mato, política de raza, Feijóo le entrega Medio Ambiente y Ordenación. La Ley del Suelo necesita negociadores como ella. Ethel Vázquez se centrará en las Infraestructuras —ámbito más técnico que político— y Rosa Quintana respira aliviada al volver al exclusivo ámbito marítimo-pesquero. Se acabaron los gestores grises. Era el momento de los políticos. Y Feijóo lo sabía.

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