hospital álvaro cunqueiro de vigo
Mosquera insiste en la titularidad pública, pero no aclara el «caos» en los traslados
La inspección médica respalda que el proceso se reanude el próximo día 21 de septiembre
La atmósfera de tensión que se llevaba generando durante las últimas semanas alrededor del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo descargó ayer un temporal dentro del Parlamento gallego comparable al que azotaba los exteriores del edificio. Si tenso fue el debate sobre el sector lácteo, la cuestión sanitaria no contribuyó a rebajar el tono de la sesión . La discusión pivotó sobre dos ejes que en el orden del día se encontraban bien diferenciados, pero que en la práctica se mezclaron: por un lado, la construcción y gestión de la infraestructura y por otro, el proceso de traslado de pacientes y medios de los antiguos centros al nuevo.
La primera de las cuestiones debía abordarse en la petición de creación de una comisión de investigación , y la segunda en la comparecencia a petición propia de la conselleira de Sanidade , Rocío Mosquera. No fue así, dado que tanto los grupos de la oposición, como el que sustenta al Gobierno y la propia titular de la cartera sanitaria mezclaron en sus argumentaciones cuestiones sobre el proyecto, obra y propiedad de la infraestructura con el proceso con un transporte cuya reanudación está prevista para el próximo 21 de septiembre tras el visto bueno de la inspección médica.
Después de que por la mañana el Parlamento t umbase el inicio de una investigación gracias a la mayoría de la bancada popular, Mosquera inició el turno vespertino con una revisión de la cronología de concepción y ejecución del proyecto. La conselleira centró buena parte de sus esfuerzos en reiterar la titularidad pública del centro, insistir en el esfuerzo que supuso su construcción para la administración autonómica en plena recesión económica y la incapacidad del bipartito para acometerla aun habiendo gobernado en un período de bonanza.
En lo referente al objeto de su intervención , la titular del Sergas explicó una vez más la complejidad que entraña debido al movimiento de equipos, personal, pacientes y reorganización de áreas y procesos que deben acometerse para aunar la actividad y servicios de cuatro centros en uno solo. Explicó que el Álvaro Cunqueiro cuenta con espacios disponibles para adaptarse a un eventual aumento de las demandas en la atención hospitalaria para el área viguesa. En cambio, Mosquera se mostró menos concreta en referencia al supuesto «caos» y la «alarma social» que le reprochó la oposición entre la ciudadanía viguesa debido a las deficiencias en el traslado , que motivaron su interrupción en las últimas jornadas. La máxima responsable de la sanidad gallega se limitó a aseverar que su prioridad «siempre ha sido la seguridad de los pacientes» , y por ello se suspendió cuando los expertos lo requirieron y no se fijó su reanudación hasta que los mismos expertos lo han permitido, sin entrar a fondo en las causas de la interrupción.
Batalla política
Tanto populares como socialistas llevaron el Álvaro Cunqueiro al juego electoral , pues desde las bancadas de la oposición se celebró que «cada vez que se habla del hospital, el PP pierde votos». Por su parte, el portavoz sanitario del grupo mayoritario, Miguel Santalices, subrayó que «al PSOE no le conviene que el centro funcione, porque supondría un problema para Caballero».
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