Nervios por la tardanza de la última tractorada

A pesar de no alcanzar los 5.000 tractores de las previsiones, la ciudad quedaba bloqueada por el círculo formado todo alrededor de la urbe

Nervios por la tardanza de la última tractorada m. muñiz

nuria g. guillín

Con la tractorada de Santiago los ganaderos gallegos cierran el calendario de protestas iniciadas en el mes de agosto por toda la Comunidad. Se esperaba como la más multitudinaria, y aún con los nervios de las primeras horas, no se quedó atrás. «Como no lleguen más mal vamos» , se quejaban los primeros en llegar. La convocatoria señalaba para su salida por el casco urbano las 12.30 , sin embargo, a esa hora tan solo una fila aparcaba en la explanada de Salgueiriños. Rumores sobre problemas en los accesos de las afueras comenzaron a circular entre los presentes, mientras bromeaban con que los de Arzúa se hubieran atrevido a coger la autovía.

Una línea marcaba los sectores en la zona. En una esquina se encontraban los representantes sindicales , junto a los políticos que allí se acercaron, mientras que los ganaderos mantenían la distancia. «Ellos solo vienen por las cámaras, a las cinco de la mañana, mientras yo me quedo aquí, seguro que se van a su casa», apuntaba indignado uno de los manifestantes. A la velocidad que las máquinas les permitían y saliendo a primera hora de la mañana expresaban el sacrificio que les suponía la marcha , y describían como imposible dirigirse hasta Lugo. Una protesta paralela que los principales portavoces ven como una segregación de la «mayoría», pero que los ganaderos defendían: «¿Cómo me va a molestar que no vengan los de Lugo? Defendemos lo mismo, nos apoyamos los unos a los otros, somos todos uno, pero ni yo voy a ir hasta allí ni ellos iban a venir aquí».

Pasada la una de la tarde, bocinas y ruido de motores comenzaron a hacerse más fuertes . La colocación comenzaba a dificultarse y nadie parecía saber cuál era el siguiente paso. La preocupación por una baja asistencia ya estaba disipada. «Ni los 5.000 de las previsiones ni menos que en las anteriores» , calculaban. A esperas de que alguien se pronunciase, comenzó la movilización con casi dos horas de retraso. Diez kilómetros de ruta formaron el cordón de vehículos que dificultaba la circulación y las principales arterias de la urbe.

Entre los presentes, el futuro se sigue dibujando con pesimismo, «no se me ocurriría decirle a mis nietos que se dediquen a esto» , relataba uno de los ganaderos. Es uno de los cientos que harán noche en el tractor.

Nervios por la tardanza de la última tractorada

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación