La ruta mañanera de Rajoy
El presidente repite a diario el mismo ritual en sus vacaciones en Galicia, donde al grito de «ahí viene» muchos buscan la foto con él
Los paseos matinales de Mariano Rajoy son ya una costumbre más del agosto pontevedrés. Tanto es así, que hay quien madruga como el presidente del Gobierno para encontrárselo en la Ruta da Pedra e da Auga , que recorre con paso ligero en los primeros días de sus vacaciones estivales en Galicia y de la que se ha convertido en su mejor embajador.
Casi podría afirmarse -y no sería exagerado- que tras el archirecorrido Camino de Santiago, que vive estos días sus mayores afluencias, esta senda entre los municipios de Ribadumia y Meis va camino de ser la segunda más popular de la región. Quizá por eso -por deferencia hacia la milenaria ruta jacobea a la que la Unesco ha vuelto a distinguir- el presidente vestía este domingo un polo que resucitaba la vieja figura de Pelegrín, mascota de los primeros xacobeos y en desuso desde hace bastantes años.
Rajoy comenzó el fin de semana su descanso en la ría de Arousa, donde llegó tras haber pasado por Doñana y despachar con el Rey en el Palacio de Marivent. Desde entonces, como es habitual, inicia la mañana calzándose las zapatillas de deporte. Desde la rotonda de Barrantes, arranca a paso ligero su saludable caminata con su mismo fiel compañero de siempre, José Benito Suárez , presidente de la Autoridad Portuaria de Marín y marido de la ministra de Fomento, Ana Pastor.
Iván, Paco y Miguel -al que llaman «el Chino»- fueron tres de los madrugadores que apretaron ayer el paso con el objetivo de alcanzar la cima antes que Rajoy, que no escatima estos días en fotografías con todo aquel que así se lo pide. « Jefe, jefe, un posado con nosotros para apoyar el deporte de montaña », le reclamó el trío de deportistas según recoge Efe. Dicho y hecho. «Ahí viene», cuentan que dicen quienes se apresuran a desenvainar el palo de selfie y retratarse para siempre con el presidente en el álbum de sus vacaciones y pavonear en las redes sociales.
Concluidos los 45 minutos de paseo rutinario entre molinos de agua, fuentes y lavaderos, Rajoy buscó el también tradicional desayuno en una terraza de Ribadumia, la localidad que por tercer verano consecutivo elige como destino vacacional, en la rural A Casa de Alicia, pero sin olvidar Sanxenxo.
Café, zumo de naranja y tostada sirvieron para reponer fuerzas y como excusa de una animada charla -también muy deportiva- a la que se unieron Rafael Louzán , líder del PP de Pontevedra y presidente de la Federación Gallega de Fútbol, y el director de la Vuelta a España, Javier Guillén . A través de su perfil en Twitter también felicitó a Ona Carbonell y a Jessica Vall por sus medallas en el Campeonato Mundial de Natación en Kazán. Tuvo además un recuerdo para quienes trabajan en sofocar incendios, varios de los cuales arrasaban ayer decenas de hectáreas de montes gallegos.
Un cliente más
Aunque no ha revelado detalles de cómo tiene previsto pasar estos días antes de regresar a Madrid y encarar unos meses decisivos en la Moncloa, sí avanzó que no se acercaría a los festejos taurinos de la Peregrina. Sí podría tener tiempo para verse con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo , que aún mantiene agenda antes de ausentarse hasta finales de mes.
En la comarca del Salnés celebran «la presencia del presidente de España, que siempre viene, no falla , tanto en verano como en los días que puede de la Navidad», cuenta Manolo, que estos días bebe el mismo café que el jefe del Ejecutivo. No sería raro verle, como el pasado julio, darse un chapuzón en el río Umia o almorzar un guiso de callos o de chocos en su tinta en O Tío Benito, de siempre sus favoritos.
Noticias relacionadas
