Apoyo a la eólica marina, Reganosa y tren al puerto, propuestas de la Xunta para Ferrol

Alberto Núñez Feijóo cerró este viernes su ronda de encuentros con los alcaldes de las siete ciudades gallegas que alcanzaron el poder después de las elecciones municipales de la pasada primavera. El último en ser recibido por el presidente de la Xunta fue el regidor de Ferrol, Jorge Suárez , de Izquierda Unida, aunque aupado al sillón de mando gracias a la plataforma Ferrol en Común que aglutina diferentes siglas y que cuenta con el apoyo extra del PSOE.

Aunque sus «diferencias ideológicas» quedaron patentes en varios aspectos como reconocieron en la rueda de prensa posterior, ambos buscaron puntos de encuentro para una ciudad con una tasa de paro muy por encima de la media de la Comunidad , la segunda tras Pontevedra. Feijóo puso en valor los 750 millones de euros en contratos que a día de hoy tienen en cartera los astilleros de la ría y reiteró su compromiso para seguir contribuyendo a que el naval ferrolano remonte , a pesar de que la competencia en Navantia es del Gobierno central.

La propuesta en materia industrial que la Xunta trasladó a Suárez pasa por apostar por la eólica marina para diversificar la producción de las antiguas Astano y Bazán y hacerlo «compatible» con la construcción de barcos. El alcalde recibe con buenos ojos esta posibilidad, solo como actividad «complementaria» pues opina que «los grandes buques son los únicos que garantizan» el futuro del sector.

La conversión de Reganosa en un centro de abastecimiento gasístico para buques fue la segunda propuesta, que ayudaría también al área de reparaciones del astillero. Para Suárez, estas instalaciones están demasiado próximas a las zonas urbanas , por lo que considera que habría que variar su ubicación. El tercer gran proyecto para el que Feijóo comprometió su apoyo fue la conexión ferroviaria al puerto exterior «para ser competitivo» . El alcalde se opone al trazado previsto ya que «pone en riesgo el marisqueo» , mientras que Feijóo sostiene que esos problemas pueden ser «minimizados» con soluciones técnicas sin demorar la obra.