El BNG cede y entrega la presidencia de la Diputación de La Coruña al PSOE
La negativa de las Mareas a apoyar a los nacionalistas imposibilita que superen los ocho votos socialistas. González se perfila para el puesto
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El pulso entre BNG y PSOE por la presidencia de la Diputación de La Coruña ha terminado apenas tres días antes del pleno de votación. Tras la firma del acuerdo programático del pasado viernes, ambas formaciones se negaban a ceder en sus reclamaciones para liderar el nuevo gobierno provincial, e incluso en sus declaraciones hicieron vislumbrar la posibilidad de romper este pacto de no hacerse con el bastón de mando. De una parte, los socialistas pedían el puesto para sí argumentando sobre el hecho de ser «la fuerza de izquierdas con más diputados» , con ocho, lo que les encomendaría la conformación del organigrama del ente. De la otra, el BNG se agarraba a la posibilidad de que las otras formaciones con representación en el pleno — Marea Atlántica con tres escaños, Compostela Aberta con uno y Alternativa dos Veciños de Oleiros con otro — sumasen sus votos a los cinco del BNG para hacer frente con diez a los socialistas y tener una posición de ventaja en las negociaciones.
Con los independientes oleirenses como único apoyo declarado al BNG, ambas Mareas se desmarcaron del conflicto para emplazar a socialistas y nacionalistas a la propuesta de un candidato negociado al que votar sin «entrar en guerras», como había señalado el líder de la herculina, Xulio Ferreiro. Este movimiento fue captado por el Bloque como una forma de decantarse por la posición socialista, con lo que la formación frentista ha optado por replegar velas y conformarse con ser una de las muletas que aupará al PSOE al despacho de honor de Alférez Provisional número 2.
Aunque el domingo la responsable de Política Municipal Nacionalista, Goretti Sanmartín, avanzaba que la decisión de los acólitos de Ferreiro había causado cierta «decepción» en su formación, no fue hasta ayer cuando el portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence, compareció para confirmar su capitulación. Tras dar un amplio discurso sobre la situación griega y compararla con la de Galicia, el líder nacionalista hizo esperar al turno de preguntas para ratificarlo. «Creíamos y creemos que la mejor opción es un presidente del BNG , pero para ello se necesitaba apoyo de las Mareas, y parece que no va a ser así », lamentó.
Vence quiso rebajar el pesimismo en su intervención subrayando que «lo importante era el acuerdo político y se logró» en el que se alcanzaron compromisos que su formación ponía sobre la mesa como la transferencia de competencias de los entes provinciales hacia la Xunta y los Concellos. Aunque los nacionalistas sobre el papel abogan por la desaparición de las diputaciones y los socialistas por una simple reforma, entienden que las políticas trazadas en el próximo mandato son compatibles con los postulados de ambas formaciones. Sobre este punto reincidió en la idea de que le gustaría que se pudiese «visibilizar ese cambio» liderando la provincia , pero también matizó que con su nuevo modelo de ente se camina hacia la «reducción del presidencialismo».
De este modo, con el escenario más cerrado, se perfilan los dos candidatos socialistas para las dos presidencias en liza. En el ente coruñés previsiblemente será aupado el alcalde de As Pontes, Valentín González , según lo expuesto por la dirección provincial mientras en el pontevedrés sucederá lo propio con Carmela Silva, mano derecha del alcalde de Vigo, Abel Caballero.
Tensión con las Mareas
El portavoz nacional del BNG se mostró crítico con las Mareas, pues entiende que «perdieron una oportunidad de ser coherentes con su programa» al no ofrecer su apoyo a un candidato nacionalista y les afeó que no apostasen por una alternativa a PP y PSOE. En este sentido, expresó su «pena» por la situación dada y opinó que «buena parte de su electorado no estará de acuerdo con su decisión.
Con todo, Vence dejó claro que el distanciamiento con las candidaturas «de unidad popular» no influirá en las negociaciones para la conformación de una Marea gallega para concurrir a las elecciones generales . En este sentido, descartó que la propuesta del BNG esté dirigida tan solo a partidos nacionalistas, sino que buscará «puntos de encuentro» entre diferentes opciones políticas. Este postulado choca, en parte, con las manifestaciones públicas que en el fin de semana han realizado otros dirigentes nacionalistas como Bieito Lobeira o Miguel Anxo Fernández Lores , que descartaron de plano la integración con partidos con implantación en el resto del Estado.
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