Insinuaciones

Entre los juegos dialécticos de Pilar Cancela, antes del «Besteiro es el mejor» y después del «Besteiro es el más grande», se le ha colado una insinuación fea, chusca. Ahora parece que la imputación de Besteiro tiene fines políticos. Que es casi tanto como venir a decir que Pilar de Lara —la juez que ha disparado contra Gerardo Conde Roa, Julio Flores, José Manuel Rey, José Manuel Barreiro, Adolfo Gacio, José Luis Baltar y un puñado largo más de dirigentes populares — actúa bajo órdenes del PP. Como forma de pataleta parece pueril. Como discurso político, ofensivo a la inteligencia.

Entendiendo que Besteiro debe estar preparando junto a su abogado su comparecencia —y la de su mujer, llamada como testigo—, el gran error de gestión en toda esta situación ha sido la comunicación. Si Feijóo se sometió sin red de seguridad a una rueda de prensa abierta cuando saltaron aquellas fotos en sepia con Dorado, ¿por qué Besteiro no hizo lo propio?

Las insinuaciones del auto son terribles para la reputación de un político. ¿Cómo puede permitirse el lujo de que la opinión pública especule sobre el origen del dinero con que compró su casa? ¿Cómo aguantar el paso de los días mientras la carcoma de la infamia muerde su imagen como político? Sencillamente incomprensible.

Otra cosa es que el rayo imputador de De Lara actuara raudo contra Besteiro una vez truncado su salto al Senado, quizá para prevenir que se le acabara escapando de su jurisdicción. Pero es que Pilar es como es, hay que quererla así.