EL GARABATO DEL TORREÓN

Por debajo de la puerta

Todas cuantas cautelas sean de recibo no impiden presagiar la continuidad en vicios adquiridos y modos acostumbrados en Lugo

juan soto

Achacamos a las altas temperaturas y a la falta de costumbre ( novedad histórica , en la fulgurante retórica del reporterismo de proximidad) el retraso en el comienzo de la actividad laboral en las dos máximas instituciones luguesas, Concello capitalino y Diputación, recaídas, por contingencia chantajista, en sendas mujeres. Fuentes generalmente bien informadas, como decían los añorados teletipos de Efe, coinciden en resaltar algunos rasgos comunes a ambas, así los de la prudencia y el comedimiento, curiosamente forjados -informan las mismas fuentes- en idéntico ámbito institucional, sito en el número 8 de la calle de San Marcos, 27001 Lugo.

Por aquello del calor, las vacaciones, la galvana estival, el desconcierto y lo inusual, aplacemos la evaluación de los primeros tanteos, así como cualquier conjetura en torno a las expectativas depositadas en las sobrevenidas. Todas cuantas cautelas sean de recibo no impiden, sin embargo, que algún síntoma inicial presagie cierta perspectiva desalentadora, tal la continuidad en vicios adquiridos y modos acostumbrados, cosa lógica, por otra parte, en quien, como las señoras Lara y Candia , vienen de donde vienen. Porque es el caso que, al igual que en la tierna historia de los cabritillos advertidos por su mamá acerca de los peligros acechantes tras la puerta, también aquí empieza el lobo a asomar la patita. Otra vez, como se temía, afloran indicios que apuntan hacia la perseverancia en lo de siempre: señales que reafirman la vigencia de la paradoja puesta en boca de Tancredi en la famosa novela lampedusiana. Hacia ese preocupante horizonte de perpetuidad se enfilan los movimientos (subterráneos, of course ) visibles estos días en pasillos, despachos y reservados de hostelería, siempre con ocultación y sigilo. Y siempre, también, con la mira puesta exclusivamente en monto de retribuciones, número de dedicaciones exclusivas y cifra de contrataciones digitales, mayormente en materia de asesoría y comisariado político. Al respecto, las pretensiones de la señora Méndez parecen incontrovertibles: conseguir que [ sus ] concejales y [sus] asesores queden a salvo de cualquier medida de austeridad. La ideología, el programa, los principios y el bien común quedan para más adelante. Una vez pasado el sofoco, quizá. Después del San Froilán, pongamos por caso. O cuando las Navidades se insinúen en el calendario. Ya veremos.

Por debajo de la puerta

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