El PSOE sacrifica a Orozco para evitar que Castiñeira sea alcalde de Lugo
El todavía alcalde asegura que su marcha es una decisión «estrictamente personal, difícil y muy meditada»
El PSOE antepuso ayer la conservación de la Alcaldía de Lugo a la figura del regidor que ostentó el cargo durante los últimos 16 años, José López Orozco. Prefirió sacrificar a uno de sus alcaldes más emblemáticos antes que permitir que el desencuentro de la izquierda permitiera al PP acceder al gobierno municipal como fuerza más votada. O lo que es lo mismo, cedió al chantaje planteado por Lugonovo y BNG que exigían la dimisión de Orozco para apoyar este sábado la investidura de un regidor socialista y no abstenerse en la votación, lo que habría entregado el bastón de mando al popular Jaime Castiñeira.
El anuncio lo hacía en rueda de prensa el propio López Orozco, cariacontecido y emocionado, en la misma Casa do Concello donde anteayer aseguraba que sería el candidato del PSOE a la Alcaldía «a pesar de algunos». Apenas 24 horas después de reunirse toda una mañana con José Ramón Gómez Besteiro , tiraba la toalla y comunicaba públicamente su adiós.
«Es una decisión estrictamente personal, difícil y muy meditada», afirmó, «tuve el honor de ser el primer alcalde socialista de Lugo y mi conciencia no me permite en este momento tomar otra decisión que no sea despejar el camino para que Lugo siga teniendo una alcaldesa socialista».
La llamada a ocupar el puesto de Orozco es Lara Méndez, número dos de la lista y vicepresidenta en funciones de la Diputación de Lugo. Lugonovo y BNG ya adelantaron ayer que darían su apoyo para su investidura, al tiempo que celebraron la renuncia de López Orozco. No obstante, el todavía alcalde matizó que deberá ser el partido el que tenga la última palabra en la designación de su sucesor.
Según sus propias palabras, el adiós de Orozco lo es también de la primera línea política, ya que cerró su posible salida al Senado, tal y como se vino especulando en los últimos días. Ese habría sido el destino que Gómez Besteiro le ofreció a cambio de su renuncia para que el PSOE mantuviera la Alcaldía. El alcalde saliente lo negó, y llamó «mentirosos» a «todos aquellos que han dicho otra cosa», en referencia al PP , que lo aseguró durante la campaña y tras la noche electoral. «Lo único que amé, amo y seguiré amando ha sido la posibilidad de servir a los ciudadanos desde la vida municipal», añadió.
Señalado por la «Pokemon»
Orozco no ocultó en su despedida como alcalde que su marcha responde «al clima generado por algunos en este país y en esta ciudad, que sacrifican derechos fundamentales como es la presunción de inocencia, reconocida por la Constitución Española y en la Declaración de los Derechos Humanos». El dardo iba dirigido especialmente a Lugonovo y BNG, partido este último que lo aupó a la alcaldía en 2011 y le retiró su apoyo cuando se vio envuelto en las procelosas aguas de la «operación Pokemon».
A la instructora de esta macrocausa también le dedicó algunas reflexiones ácidas. «No hay derecho a que un inocente como yo permanezca en esta situación luego de cuatro años de instrucción», manifestó, «seguiré reclamando la urgente reforma del Poder Judicial para impedir que se dilaten los tiempos». Y otra reforma de la que se mostró favorable: la electoral, para que haya comicios con segunda vuelta.
En su despedida, la emoción de los concejales que compartieron con él su último mandato y su personal de máxima confianza, para quien tuvo «un reconocimiento especial, por su compromiso y por trabajar más allá de lo que fue su obligación». «Dejo el Ayuntamiento, pero no mi pasión por Lugo», apostilló. La voz se le entrecortó y abandonó por última vez el salón de plenos del Concello.
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