Pazguato y fino
Han ganado los malos
Que se preparen en el PSOE. Cuando saborean sangre, las alimañas siempre quieren más
Apenas 24 horas después de aquel enérgico «sigo siendo el candidato, a pesar de algunos» hemos pasado a «dejo de ser el candidato, por culpa de algunos». Esta segunda parte es cosecha propia, aclaro. Sería la secuencia perfecta para ilustrar en dos momentos toda esta película cuyo final parecía diáfano, pero que nos quisieron hacer ver que no se iba a producir porque José López Orozco era «nuestro candidato» y a él no iban a renunciar. Parecían principios sólidos, pero que han salido volando tras el soplido de los tres concejales de Lugonovo, que para el Arde Lucus podrán vestirse de Salomé y pasear con la cabeza de su particular Bautista sobre una bandeja.
El PSOE jurará sobre la tumba de Pablo Iglesias —el bueno— que no ha empujado a Orozco al precipicio, y que su reunión de cuatro horas con Besteiro del miércoles fue para asuntos de rutina. Resultará harto difícil de creer. Asegura el aún alcalde que no se irá al Senado y que mienten quienes lo sitúan allí. El tiempo juzgará. Mientras tanto, nos inundarán declaraciones de agradecimiento a Orozco por su sacrificio y entrega al PSOE, por su trabajo todos estos años y por este gesto que nadie le pidió.
Porque no se sacrifica a una persona, sino a unos principios. Con los secuestradores no se negocia, porque es un signo de debilidad. Es de manual. Lugonovo había raptado la libertad del PSOE a mantener a su candidato y puso un precio. Los socialistas lo han pagado a cambio de poder, ese mismo que habrían tenido dentro de unos meses si ahora aguantan el tipo, despiden con honores a Orozco y tras su salida pactan una moción de censura contra el PP. Entonces, además de poder, tendrían dignidad.
Y por último, Orozco. Me produce una sincera decepción que un hombre capaz de resistir con integridad el acoso y derribo de Pilar de Lara y sus terminales informativos, de aguantar estoicamente la espiral del amarillismo contra su persona en base a chismes y chascarrillos, ahora ceda ante el burdo chantaje de un partido oportunista, minoritario y veleta. No lo merecía. Hoy celebran su caída, pero el PSOE que se prepare. Cuando saborean la sangre, las alimañas quieren más. En esta película han ganado los malos.
