El PPdeG llama a la autocrítica tras el tercer fracaso consecutivo del partido
El secretario general de los populares gallegos subraya que no se escudarán en ser la fuerza más votada en Galicia. Apuntan al desgaste de gobierno como causa de la debacle, pero entienden que no es la oposición la que lo capitaliza
Había expectación por conocer la valoración de los resultados electorales por parte del Partido Popular gallego con unas horas de distancia desde el final del escrutinio que permitiesen un análisis más pausado de la pronunciada caída de la formación. Tras la intervención todavía en caliente del líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, en la que apenas señaló los datos de modo superficial y advirtió de la complicada situación institucional que parece dibujarse en muchas localidades por la ausencia de mayorías suficientes y la necesidad de pactos para conformar gobiernos. La estabilidad había sido uno de los arietes de Feijóo en la campaña electoral con el que golpear a sus rivales y agitar a su electorado frente a las hipotéticas coaliciones de la izquierda que se formarían de no conseguir el PP mayorías suficientes. El mensaje del presidente no parece haber calado en la ciudadanía, que apostó por un giro a la izquierda frente al techo de poder territorial que habían conseguido los populares en las pasadas municipales de 2011.
Ayer era el turno del número dos del brazo gallego del partido, Alfonso Rueda, que llamó a su formación a la autocrítica tanto a nivel autonómico como nacional después del tercer fracaso electoral consecutivo tras las europeas del pasado mayo y las autonómicas andaluzas de marzo. El secretario general del PPdeG desgranó en un decálogo las claves de su lectura del escrutinio. La primera de ellas fue también la más obvia, la de que pese al triunfo del partido en la Comunidad la bajada de apoyos es notoria y la capacidad de formar gobiernos, especialmente en el entorno urbano, se reduce también de modo significativo. «No nos escudaremos en la victoria ni en la diferencia de 10 puntos sobre la segunda fuerza o de 23 sobre la tercera, porque el resultado no es satisfactoria, abundó Rueda, que ofreció como una de las posibles causas de la caída de votos a la «exposición al desgaste» que ha generado en el partido el hecho de ejercer un gran poder institucional durante los últimos años. Sobre este punto matizó que «no es la oposición» la que capitaliza este desgaste, en referencia a PSOE y BNG, sino «partidos con menos de un año» como las Mareas que, a la luz de las primeras previsiones, apuntan a gobernar en las tres ciudades de la provincia de La Coruña gracias a la victoria en la capital de provincia y de la Comunidad y al hipotético tripartito de izquierdas que liderará en Ferrol.
Sobre socialistas y nacionalistas, Rueda criticó «cierto triunfalismo» en sus declaraciones públicas de la noche del domingo, pues entendió que interpretaron erróneamente en clave de victoria para sus respectivas formaciones lo que sólo es un mal resultado para los populares, con las salvedades de Vigo y Pontevedra, donde unos y otros consiguieron triunfos contundentes. Más concretamente, del PSOE recordó que antes de 2011 gobernaban en La Coruña, Santiago y Ferrol, donde hoy son ya tercera fuerza y del BNG que desaparecerán de los plenos en ciudades donde han sido «muleta» de gobierno como la propia Vigo y Orense y lanzó la pregunta sobre si «seguirán en la mísma línea de cara al futuro».
Mareas y C’s
Sobre las coaliciones de izquierda radical , Alfonso Rueda ha apuntado que «veremos si ahora que gobiernan consiguen hacer todo lo que han prometido», en consonancia con lo ya expuesto por su formación durante el período electoral, en el que Feijóo cargaba con dureza contra ellos recordando que «no es lo mismo gestionar que opinar en una tertulia de televisión». Por otra parte, con respecto a la modesta penetración de Ciudadanos en el panorama municipal gallego destacó que ha sido «un resultado por debajo del esperado» , ya que la formación de Albert Rivera se quedó fuera de algunas corporaciones importantes en las que los sondeos contaban que entrase como la de Santiago o La Coruña.
También se refirió el número dos del PPdeG a la fuerte implicación de su jefe de filas en la cita electoral, en cuya campaña se mostró especialmente activo e incluso apostó personalmente por candidatos como Jesús Vázquez y Elena Muñoz, una de las grandes damnificadas del domingo. En este sentido, opinó que en el partido «se gana y se pierde todos juntos» y que las agrupaciones locales también tuvieron gran parte de responsabilidad en las victorias autonómicas populares. En alusión a otro de los exconselleiros candidatos, Agustín Hernández, Rueda quiso ponderar su labor durante los meses con los que ostentó el bastón de mando de Raxoi.
Lectura socialista
El secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, aseguró que su formación será «protagonista del cambio» y celebró que obtuviese 1,5 puntos más de apoyo en Galicia que la media nacional.
Por su parte, el portavoz parlamentario del partido, José Luis Méndez Romeu, tachó las elecciones de «fracaso personal» del presidente Feijóo y lo acusó de modificar el ejecutivo por «intereses de acomodación electoral» en referencia a las salidas de Hernández, Muñoz y Vázquez para dar la batalla municipal. También establecía una hipotética proyección autonómica de los resultados locales para poner sobre la mesa que el PSOE estaría en disposición de liderar un gobierno alternativo en la Xunta. Del mismo modo, animó a abrir «procesos de diálogo» con otras formaciones y «buscar objetivos compartidos».
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