Beiras exhorta en Teo a votar contra «los alacranes» del PP

Xosé Manuel Beiras cerró campaña en el lugar donde reinó su más reciente criatura política, Martiño Noriega. En Teo, el delfín del histórico nacionalista se hizo alcalde en las siglas del BNG y acabó liderando una alternativa al nacionalismo que pasa por un conglomerado de siglas poco conocidas y la unión de ciudadanos agrupados en torno a la idea de conseguir «una ruptura democrática». Su próximo intento será en Santiago de Compostela, pero quiere dejar atado Teo y de la sucesión se encargará Rafa Sisto. Beiras quiso solemnizar este relevo con su presencia y para conseguirlo reunió a la «parroquia» en uno de los pazos de la localidad. A esa misma hora el todavía alcalde estaba «ausente» y pidiendo el voto para Compostela Aberta, en Santiago .

La sala del Pazo de Adrán se acondicionó con 220 sillas, pero finalmente se ocuparon unas 200. Beiras, presentado como un hombre del Renacimiento, comenzó hablando del «hombre de las tortillas» —en alusión al exalcalde Armando Blanco— para reivindicar a continuación el trabajo de «O Martiño» y del «nacionalismo emancipador». Beiras no se olvidó de justificar el cambio en 2011 de siglas «debido al exilio interior dentro de un BNG imposible de regenerar» y rechazó la condición de tránsfuga para Noriega porque «es mentira, porque yo soy un experto en tener que soportar calumnias».

Antes de dejar el paso al candidato, Rafa Sisto, quiso dejar dos lecciones. Por una lado estableció una equiparación entre los dirigentes del PP y los alacranes, una «especie zoológica invasora», y aludió a la «involución política del resto de partidos» para generar un «Estado en descomposición». En esta tesitura, « o los ciudadanos se ponían en marcha y las organizaciones políticas los acompañaban, o nos quedábamos fuera». Y pasó a justificar la deslocalización del candidato de Compostela Aberta : «Yo hago votos porque Martiño haga en Compostela lo que ya ha hecho en Teo y les devuelva la dignidad a los ciudadanos».

Beiras en su arenga no se olvidó de la Iglesia. Y refiriéndose al arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco, calificó el régimen actual como «un estado de nacionalcatolicismo».

La digresión de Beiras también pasó por Venezuela. Acusó al presidente de la Xunta de estar «obsesionado» con Venezuela y se preguntó si en «México se respetan los derechos humanos». También reveló que «las cajas se habían vendido para financiar a la contra golpista venezolana» a las órdenes de la Unión Europea.

Finalizada su intervención fue el turno del candidato Sisto que reivindicó el movimiento del 15 M y también la necesidad de ganar en Teo para consolidar «todos los derechos adquiridos» y para conseguir «tras ganar en Compostela, un cambio en todo el país». El acto finalizó con el himno: «Quérote máis»