CRÓNICAS ATLÁNTICAS

El pecado de ser derechas

La designación de Filgueira Valverde era una asignatura pendiente porque es evidente su profunda huella

Alberto Varela

Xosé Filgueira Valverde, católico y de derechas, no le gusta a los nacionalistas. El Bloque denunció incluso supuestas presiones políticas para que fuese escogido este año como homenajeado el Día das Letras Galegas. Cree el ladrón que todos son de su condición.

A ver si va a ocurrir que lo que quieren que se celebre cada 17 de mayo no es una fiesta de la lengua, sino una oportunidad para cargar contra los que tienen ideas políticas diferentes a las suyas. Reivindicaron para toda la sociedad la elección en 2013 de Vidal Bolaño, izquierdista y nacionalista, y también aplaudieron a rabiar en 2011 a Lois Pereiro, que era de todo menos de derechas. Entonces el PP aceptó las decisiones de la RAG e hizo un esfuerzo por asumir como propias dos figuras muy lejanas a su universo político.

Si de lo que se trata es de reconocer la contribución a la literatura gallega, como nos han enseñado desde siempre en el colegio, la designación de Filgueira Valverde era una asignatura pendiente porque es evidente que su huella es profunda; el «viejo profesor» dejó obra poética —como la recomendable «Seis canciones del mar in modo antico»—, prosa —«Os nenos, Filgueira»— y ensayos interesantísimos sobre literatura medieval y cultura gallega. Además fundó el Seminario de Estudios Galegos Padre Sarmiento, el museo de Pontevedra —impulsó en él destacados estudios arqueológicos— y fue presidente del Consello da Cultura Galega.

No está nada mal su currículum. ¿Por qué no les gusta entonces? Nunca le perdonarán haber sido conselleiro de Cultura con Fernández Albor, ni alcalde de Pontevedra durante el franquismo. A pesar de que en esta etapa puso las bases para que el casco histórico de la ciudad del Lérez sea lo que es hoy.

Los lectores de izquierdas no deben perderse la oportunidad de disfrutar de Vargas Llosa ni los de derechas de García Márquez o de Valle-Inclán. Si el PP en Galicia ha sabido apreciar la obra de Castelao, al nacionalismo aún tiene pendiente abrir mentes y aprender a disfrutar de Filgueira Valverde, de Francisca Herrera o incluso de Álvaro Cunqueiro.

El pecado de ser derechas

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación