El obispo de Mondoñedo-Ferrol deja la diócesis rumbo a Santander tras una década

Manuel Sánchez Monge, hasta este miércoles obispo de Mondoñedo-Ferrol, ha sido designado nuevo obispo de Santander por el Papa Francisco. Tras una década en Galicia, el prelado tomará posesión de su nueva sede a finales de este mes.

Mientras tanto, continuará como administrador diocesano de esta Iglesia del noroeste gallego a la espera de que la Santa Sede designe a su sustituto. Sánchez Monge se ha despedido con «profunda gratitud por la confianza depositada» en la elección, aunque con tristeza. «Siento pena al tener que dejar esta hermosa tierra a la que tratado de conocer y amar con pasión», ha declarado.

«Me costó venir hasta aquí desde mi tierra de Palencia y ahora me cuesta dejaros», ha afirmado en su mensaje de adiós a sus feligreses que se reparten entre las provincias de La Coruña y Lugo. Una vez más, como ha sido habitual en los últimos años, ha recordado que la zona «está atravesando una grave crisis económica, pero sobre todo moral y espiritual» y ha insistido en que «aunque son innegables algunos signos de recuperación, todavía no afecta a las capas sociales más desfavorecidas».

Mondoñedo-Ferrol ha sido la primera sede apostólica de Sánchez Monge, de 68 años, que llegó a Galicia procedente de la Catedral de Palencia, su provincia natal a la que ahora se aproxima, donde había sido canónigo.

El vicario general de la diócesis, Antonio Rodríguez Basanta, le ha definido como «uno de los obispos más conocidos y más conocedores de su gente. Fue un pastor asequible, de trato fácil y fiel a su misión, nada fácil en estos tiempode grandes cambios y desafíos».

De él ha destacado «su preocupación por la pastoral familiar, por Cáritas, la pastoral juvenil, los laicos, las vocaciones, los religiosos, la creación de unidades pastorales y las cofradías de Semana Santa».