Crónicas atlánticas
Ciudadanos en Galicia
Hay que invertir más en I+D, nadie lo discute, pero no a costa de las infraestructuras de los demás
Ciudadanos ha empezado con mal pie la precampaña en Galicia; a su desafortunada propuesta de parar el AVE se le han sumado los problemas internos generados por la irrupción de militantes procedentes de UPyD.
La vida es a veces caprichosa: su deseo de atraer a los de Rosa Díez se les ha cumplido del peor modo y se ha convertido en una auténtica pesadilla, con militantes enfadados al ver cómo los nuevos quieren ocupar el sitio que les corresponde por antigüedad.
El tiempo dirá si los de Albert Rivera son capaces de calmar esa marejada, pero incluso en aguas tranquilas van a tener problemas de navegación. ¿De verdad creen que los gallegos vamos a aceptar recortes en las obras de Alta Velocidad cuando disfrutan de AVE en Valencia desde hace más de cuatro años, en Cataluña desde hace siete y en Andalucía desde hace veintitrés?
Hay que invertir más en I+D, nadie lo discute, pero no a costa de las infraestructuras de los demás. El propio Rivera en 2013, cuando se inauguró la vía hasta Gerona, defendía el AVE como « la mejor manera de vertebrar España». Ahora cambia de chaqueta y se suma a CiU en su cruzada contra todas las infraestructuras que no se hagan en el Mediterráneo.
Y si de lo ponerle frenos al tren no va a colar en Galicia, tampoco tiene mucha cabida aquí el discurso lingüístico que les ha dado tantos votos en Cataluña; en la calle cada uno habla lo que quiere y en la escuela los niños aprenden castellano, gallego e inglés. Frente a los que pedían sólo uno o sólo el otro idioma, la Xunta supo ofrecer lo que la sociedad demanda: plurilingüismo.
¿Qué les queda, entonces, a Ciudadanos para encontrar un hueco en Galicia? Su mensaje suena bien a mucha gente —por fin un partido nuevo que no está a la izquierda del PSOE—, pero si quieren evitar el peligro de ser flor de un día, su principal reto es dejar de ser el partido de Albert Rivera y comenzar a hacer honor a su nombre. Que le pregunten a Rosa Díez.