El envejecimiento en Galicia se agrava con menos nacimientos en 2014
Un 25% de los gallegos tienen más de 65 años. Galicia es una de las comunidades más envejecidas, sólo superada por Asturias
El Gobierno gallego no tiene dudas y señala la pérdida de población como el mayor problema al que se enfrenta la Comunidad gallega a medio y largo plazo. La falta de un relevo generacional, una circunstancia que se gestó a principios de la década de los años noventa y que ahora alcanza porcentajes más que preocupantes, dejó en 2014 de nuevo un saldo vegetativo negativo atendiendo al avance de población publicado por el IGE esta misma semana. Con 7.580 personas menos, según el Instituto Gallego de Estadística entre enero y septiembre de 2014 fallecieron 22.110 gallegos frente a los 14.530 nacimientos. Este balance es más equilibrado en las provincias de La Coruña y Pontevedra y mucho más desajustado en Lugo y Orense, las que más de cerca sufren la sangría demográfica.
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Cifras como las avanzadas por el IGE perfilan una población envejecida que sitúa a la Comunidad gallega como la más avejentada de España, solo superada por Asturias. Para plantar cara a esta sangría demográfica, el Gobierno lleva años volcado en planes de dinamización que recogen beneficios fiscales por el nacimiento del primer hijo o la adopción, ayudas al alquiler y en el hogar, bonificaciones en el transporte público y programas de conciliación familiar. Todo ello se resumen en que, por ejemplo, el pasado año Galicia tuvo las mayores ayudas a la natalidad de toda España. Pese a todo, la pirámide de población gallega se resiste y los escalones ocupados por los más mayores ganan la partida a los limitados nacimientos. Y es que, a estas alturas, un 25 por ciento de los gallegos tienen más de 65 años.
Más superlongevos
Con una esperanza media de vida de 82 años, el censo que más se engrosa en Galicia es el de los centenarios y supercentarios o superlongevos, aquellos que pasan de largo la barrera de los 110 años. Esta nómina está encabezada por una vecina de la Costa da Morte que vino al mundo en la navidad de 1905. Por la contra, son muchas poblaciones —rurales, sobre todo— en las que casi no nacen niños. Los expertos reconocen que la crisis puso la puntilla a un fenómeno que llevaba años gestándose y que deja entrever un futuro en entredicho. Entre las estadísticas más preocupantes, algunas que avanzan una pérdida de 5 por ciento de la población para la próxima década, lo que situaría a Galicia por debajo de los 2,7 millones de habitantes.