Crónicas atlánticas
Galicia entra en el club de la alta velocidad
En cuanto entre en funcionamiento el eje atlántico, los trenes tardarán sólo 70 minutos entre Vigo y La Coruña
Por mucho que les pese a los nacionalistas catalanes, a Magdalena Álvarez —la del plan Galicia de mier...— y a todos los que apuestan por parar las obras del AVE, entre ellos los señores de Podemos, los gallegos vamos consiguiendo las infraestructuras que necesitamos, y que tienen en otras autonomías desde hace décadas.
Un sistema de trenes cómodo, puntual y ágil marca la diferencia entre un país moderno y otro que no lo es tanto. Alemania, Francia, o Gran Bretaña lo tienen, en Italia, Portugal o España todo depende de la zona —unas regiones van más adelantadas que otras— y afortunadamente Galicia se va a sumar estas próximas semanas al club de las autonomías con un servicio ferroviario de primer nivel.
En cuanto entre en funcionamiento el eje atlántico los trenes tardarán sólo 70 minutos en hacer el recorrido entre La Coruña y Vigo, poco más de 40 entre la ciudad olívica y Santiago y apenas 20 entre Vigo y Pontevedra.
Avanzan, además, los trabajos en Orense y Zamora de la vía que nos llevará a Madrid en poco más de tres horas. Este mismo año el trayecto va a adelantar media hora, y la conexión total con la capital de España está prevista para el 2018.
El tren compite ya con el coche particular y pronto lo hará también con el avión porque resulta a todas luces más cómodo; se toma en el centro de las ciudades, no son necesarias las esperas, y a bordo no rigen las prohibiciones que sí nos imponen cuando volamos.
Estar tan cerca de Madrid será muy ventajoso tanto para el turismo como para los negocios y, desde un punto de vista político, todo esto se lo debemos a dos ministros gallegos; Pepe Blanco primero, pero sobre todo Ana Pastor, que en tiempos de crisis ha sabido defender la continuidad de unas obras que desde todas partes le pedían que ralentizase.
Los retos para el futuro; llevar el tren rápido a Ferrol, a Lugo y a la frontera de Tui para enlazar con el convoy portugués. Eso sí quedará ya para tiempos de bonanza económica.