Casas y Tosar se hacen hermanos

La película «Toro», dirigida por Kike Maíllo, es una de las apuestas cinematográficas para el próximo año. Cuenta con un presupuesto de 4 millones de euros

Casas y Tosar se hacen hermanos m. muñiz

marcos sueiro

Mario Casas y Luis Tosar forman el tándem de moda gallega en el cine español. Es una de esas parejas profesionales casuales, pero cuya coincidencia buscada fue perseguida por las dos partes hasta el extremo de que Casas confiensa sin pestañear: «He hecho está película porque está él».

La historia dirigida por Kike Maíllo, y que lleva por título «Toro» , también está mediatizada por un destino conjunto protagonizado por dos hermanos separados por 5 años de cárcel y que se reencuentran. Una película de acción, con reminiscencias al Wester, que atrapa desde el principio. El director Maíllo define su apuesta con una frase rotunda: «Me gusta la película porque tiene ostias y besos».

Y efectivamente, horas antes de rodar una nueva secuencia en el muelle de Bouzas, en Vigo, se aprovecha un centro de reuniones para recrear un restaurante chino. Todo es de plástico, los platos, los cubiertos, los vasos... sólo las servillletas son de tela y la razón es evitar los daños colaterales porque la violencia no distingue de materiales frágiles. También los actores se preparon. El pelo de Casas ha desaparecido y su cabeza está rapada. Su corpulencia y la caracterización dejan entrever que la escena exige fortaleza y dureza. Sin entrar en detalles del guión para no anticipar la trama, Casas aclara: «Siempre me gustó la adrenalina y este personaje me permite llegar hasta el final».

La película «Toro» tiene la característica de la elasticidad y permite según explició su director «sacar los mejor de los dos actores». Los protagonistas, tras rodar en la Costa del Sol, se trasladaron a Vigo para buscar el «no lugar» y para dar un salto en el tiempo y dar un principio a una trama temporal de 5 años protagonizada por tres hermanos interpretados por José Sacristán, Luis Tosar y Mario Casas. Y ante la pregunta corriente: «¿Cómo te está tratando la vida?», los tres protagonistas podrían responder «no demasiado bien». Con ese aliciente de desafiar «la vida desatenta», el director ensaya su mejor fórmula para filmar una historia que «trabaja con los orígenes y el desarraigo».

Autenticidad

Los elogios sobre la autenticidad de la historia se suceden a medida que cada una de las piezas del puzzle dan explicaciones sobre un proyecto que «busca contar una historia honesta y que trata de conectar con el público». Precisamente en esta «conexión», y con la intención de buscar la verdad intepretativa, se ha optado por la «versatilidad y ductilidad» de Casas y Tosar. Llegado el momento, afirma el director, se meten tanto en los personajes que el gallego Mario Casas quiere participar en todas y cada una de las secuencias y hacer de especialista... A modo de anécdota, y también como cebo, el propio director y el actor confirmaron que por «seguridad» esto casi nunca sucede.

Casas y Tosar se hacen hermanos

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación