«Mamá dile a la gente que, a pesar del sufrimiento, somos felices»
El congreso «Lo que de verdad importa» contó este jueves con la participación de 1.500 jóvenes en La Coruña
«Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Si quieres algo, ve por ello». Con estas palabras extraídas de una película , Enhamed Enhamed —considerado como el mejor nadador paralímpico de la historia— dejaba muda a la sala del congreso «Lo que de verdad importa» , celebrado este jueves en La Coruña y patrocinado por la Fundación María José Jove. A él asistieron 1.500 jóvenes para escuchar los relatos de tres personas que, aún habiendo vivido situaciones muy duras, salieron adelante con optimismo y, no sólo eso, sino convirtiéndose en claros ejemplos a seguir.
Desde Amouda Goueli, nacido en Nubia (Egipto) en el seno de una familia humilde y que se fue de allí con los pies descalzos para convertirse años después en el socio fundador y CEO de Destinia.com, una de las cinco primeras agencias de viajes online de España. Hasta Anne Dauphine Julliand, madre de una niña a la que le diagnosticaron una enfermedad rara muy grave y poco tiempo de vida. «Cuando me dijeron que Thais estaba muy enferma tuve un miedo atroz, pensé que era el comienzo de mi infelicidad. Hoy puedo afirmar que soy feliz. El otro día le conté a mi hijo pequeño que iba a venir aquí a hablar de nuestra lucha y él me contestó que no lo hiciera porque la gente iba a llorar y yo también. Me dijo, mamá, si vas ¿puedes decirles algo? Diles que somos felices porque es la verdad y tú siempre me has dicho que hay que contar la verdad».
Y es que esta madre coraje pasó por algo tan duro como es que tu hija vaya perdiendo la vista, el oído, la motricidad, hasta perder la vida. «Cuando el único músculo que funcionaba en mi hija era el corazón, con él tenía la capacidad de amar: se reía y giraba la cabeza a tu lado si notaba que te acercabas», contó la ponente ante un público emocionado.
La tercera historia fue la de Enhamed Enhamed, nadador ciego considerado como el Michael Phelps español. Él también puso la piel de gallina a la sala cuando alguien le preguntó qué le hubiese gustado ver en todos los años de su vida. «Me encantaría haber podido ver la cara de mis padres cuando llegué de Pekín habiendo ganado cuatro medallas de oro. De pequeño, ellos siempre me decían que no importaba que fuese ciego, que yo era como los demás y que trabajase duro para ser independiente».
Desde luego que trabajó sin cansarse, y lo sabe. «Me considero una persona de éxito no por las medallas que he ganado, sino por saber que, pase lo que pase, puedo afrontarlo. Yo le he ganado la batalla a la ceguera y no cambiaría mi vida por nada en el mundo. Ella me ha hecho ser quién soy», afirmó junto a su perra Gayla, que lo acompaña a todas partes (incluso permaneció a su lado en el escenario mientras hablaba).
Crisis e inventiva
Como recordó Isabel Moreno, directora de acción social de Bankia, parafraseando a Einstein en un momento de la ponencia, «no pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien la supera se supera a sí mismo sin quedar superado». Suena romántico, pero estas tres historias demuestran que es verdad.
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