Los tatuajes ya no son para siempre en Galicia
Las nuevas técnicas de eliminación con láser permiten borrar casi al completo las huellas de exparejas o diseños imposibles
La técnica del tatuaje se remonta a miles de años atrás en el tiempo, y también, los intentos por eliminarlos. Algunas momias egipcias fechadas en el año 4.000 A. C. ya muestran evidencias de intentos de borrado de este arte cultural, aunque sus resultados no fuesen los deseados. Y es que, hasta hace poco, se pensaba que los tatuajes eran para toda la vida, pero la tecnología permite borrarlos de la piel de manera definitiva.
Las razones que mueven a los usuarios a eliminar de su piel un motivo o lema entintado son variadas. Los expertos que se dedican a borrar estas huellas del pasado señalan que «hay personas con trabajos de tatuaje muy malos y difuminados, parejas que traen a sus novias o novios para que les borremos el nombre de alguna relación anterior… O gente que se lo hizo en un momento de su vida concreto y que ahora se arrepiente», apunta Susana Frade Cortiñas, técnica Sanitaria y Directora de «Nada es para siempre», una clínica dedicada a borrar tatuajes en La Coruña.
Para hacerlo, se valen de la energía del láser en los puntos de superficie con tinta y se proyecta sobre la piel. «Los pigmentos absorben la energía y estallan rompiendo la cápsula donde se encuentra la tinta. El sistema linfático se encarga de eliminar los restos de pigmentos que queden en el cuerpo. Existen diferentes tipos de láser y tecnologías que ofrecen diferentes resultados, nosotros hemos incorporado las más avanzadas para conseguir una eliminación definitiva», explican.
Se estima que más de un 25% de la población entre 18 y 35 años tiene algún tatuaje y de ellos se calcula que un 30% decide eliminarlos por desamor, por arrepentimiento o para hacerse uno nuevo.