«Operación Pikachu»
De Lara especula con que Negreira era conocedor de los supuestos enchufes
La juez insiste en que concurriría un posible delito de tráfico de influencias y cohecho «por la contratación de recomendados»
Nuevo auto de la juez Pilar de Lara sobre la pieza separada «Pikachu», la supuesta extensión de la trama «Pokemon» en La Coruña. En esta ocasión, para solicitarle a Vigilancia Aduanera que compruebe si las personas aparecidas en una lista detectada durante el volcado de ordenadores en el Concello herculino «hubieran sido contratadas por influencia o recomendación de alguna autoridad o funcionario municipal» en las empresas concesionarias del grupo Vendex.
De Lara especula con el hecho de que el regidor coruñés, Carlos Negreira, tenía «posible conocimiento y consentimiento» de este supuesto tráfico de influencias «puesto que algunos de los correos electrónicos donde se solicitaba la contratación de personas eran reenviados a otros concejales y al alcalde». No aporta más datos para sostener la elucubración.
En su auto, con fecha de ayer, la juez insiste en que concurriría un posible delito de tráfico de influencias y cohecho «por la contratación de personas recomendadas» a pesar de que se trate de supuestas colocaciones en empresas privadas y no públicas. A su juicio, las personas contratadas «se convertirían prácticamente en funcionarios» al tratarse de concesionarias de servicios públicos.
Por último, De Lara alimenta la teoría conspirativa que vincula al teniente de alcalde coruñés, Julio Flores, con la detención de su testigo protegido en la «Pikachu», Julio Pérez Cribeiro, detenido en Ferrol el pasado 30 de octubre por la policía local mientras interrumpía el tráfico, portando una pistola de fogueo, una navaja de ocho centímetros y un cuchillo.
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