Martiño Noriega cobrará del Concello de Teo mientras hace campaña en Santiago
El regidor, tránsfuga del BNG, negó en numerosas ocasiones su interés en el puesto
Tras haber señalado durante toda la legislatura que su etapa en política local finalizaba con este mandato y haberse especulado mucho tiempo con el siguiente cargo, en su particular deshoje de margarita el sucesor de Beiras se ha decantado por opositar a un despacho del Pazo de Raxoi, un puesto que negó públicamente que le interesase en numerosas ocasiones.
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El todavía alcalde de Teo, Martiño Noriega, explicó ayer las razones que le han llevado a tomar la decisión de ser el candidato de la marca santiaguesa de las «mareas» , Compostela Aberta, que van en la línea del discurso rupturista de su formación. Entre ellas sobresale, por encima de todo, la voluntad de arrebatar la Alcaldía al PP. También puso sobre la mesa los «motivos colectivos» que le han obligado a presentarse, aunque sus «circunstancias personales» le empujasen hacia la decisión contraria. Sobre la posibilidad de que pudiese aprovechar los presumibles réditos que le daría un buen resultado en las municipales para dar un salto a las autonómicas, volvió a negar la mayor y señaló que le gustaría cumplir el ciclo de cuatro años. Noriega, que no está dispuesto a renunciar a un cargo que consiguió encabezando una lista del BNG, compaginará durante los próximos meses la carrera por la Alcaldía de la capital gallega con el sueldo público que percibe por ser regidor en la localidad colindante.
«Tomadura de pelo»
Una de las reacciones más críticas de ayer con la puesta de largo del delfín de Beiras fue la del diputado y exalcalde socialista, Xosé Sánchez Bugallo, que tachó de «tomadura de pelo» que se presente a una disolución de siglas partidistas de Izquierda Unida, Podemos y «grupos disidentes del BNG», en alusión a Anova y los Ecosocialistas, con el apelativo de movimientos ciudadanos. Además de lo «atípico» de la situación de que un alcalde electo se presente en otro municipio, Bugallo enfatizó también su malestar con la cuestión alrededor de su salario, hasta el punto de que puso como ejemplo de buena práctica a los exconselleiros de Facenda y Educación, Elena Muñoz y Jesús Vázquez, que dejaron sus cargos cuando se formalizaron sus candidaturas en Vigo y Orense respectivamente. «¿Qué estaríamos diciendo si cobrando un sueldo de todos los gallegos estuvieran en precampaña?», subrayó.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al ser preguntado por el impacto que puede tener la entrada en la escena compostelana de Noriega como rival de Agustín Hernández se limitó a responder que «da la impresión de que perjudica más a otros partidos». Por otra parte, sobre la sopa de letras de Compostela Aberta zanjó que no sabe «por qué partido se presenta, ya que hay cinco o seis dentro».