Beiras roza la indignidad al manifestar que «el yihadismo está en La Moncloa»
El veterano nacionalista dice que la revista «Charlie Hebdo» ridiculizó de modo reiterado al profeta Mahoma
El portavoz de Alternativa Galega de Esquerda, Xosé Manuel Beiras, aprovechó su comparecencia pública tras la Junta de Portavoces del Parlamento gallego, para arremeter duramente contra la decisión del Gobierno de incrementar la vigilancia en lugares estratégicos con la intención de prevenir ataques yihadistas. Al margen de que el asunto se escapa de las competencias de la Cámara gallega, el líder de Anova decidió motu proprio glosar la información publicada en exclusiva por ABC el pasado 2 de marzo y que se hacía eco de los planes de la delegación del Gobierno y del ministerio del Interior para espacios como la Catedral de Santiago.
Beiras decidió entrar directamente en materia, y aprovechando una pregunta de un periodista sobre otra cuestión, manifestó: «El yihadismo está en la Moncloa». La localización del fenómeno terrorista en la sede de la Presidencia del Gobierno continuó con una narración onírica sobre los vínculos entre el PP y «los golpes de Estado en Venezuela», con el papel del primer ministro israelí Netanyahu en la lucha contra el pueblo palestino o en las decisiones de la Unión Europea que «la convierten en cómplice del exterminio» de los palestinos.
Lejos de exponer su posición de una forma airada, Beiras desveló sus conclusiones de forma didáctica y pausada. Atribuyó los atentados contra los periodistas de Charlie Hebdo y los últimos de Dinamarca a la acción de «un grupo de marginales desesperados». El veterano político, que dijo condenar la acción, pasó a continuación a enumerar una serie de atenuantes derivados de la estrategia «de una revista que ridiculiza un personaje de forma sistemática», en referencia al profeta Mahoma, y se preguntó qué pasaría si lo hicieran con Jesucristo. Sin embargo, Beiras ignora que la misma publicación realizó distintas tiradas con la imagen de Cristo crucificado, como por ejemplo el 13 de marzo de 2013.
La intención final del diputado era desvelar un doble rasero a la hora de proteger la libertad de expresión. En este sentido, otro los ejemplos fue el secuestro judicial de una revista por contener injurias y calumnias contra los actuales Reyes de España, obviando que la actuación fue ordenada por un juez y realizada conforme a la ley vigente. Buscando conexiones más enrevesadas, y tratando de mezclar al presidente de la Xunta en el asunto, lo acusó de complicidad con los censores «cuando en el año 2003 el Partido Popular vetó que guardásemos un minuto de silencio por las víctimas de la guerra de Irak».
«Panda de patibularios»
Los insultos de Beiras hacia los adversarios políticos no tuvieron como única excusa la yihad. Minutos antes, y a propósito de los enfermos de hepatitis C y la negativa a crear una comisión de investigación sobre las causas del accidente del Alvia, encontró la excusa para hilar una sucesión de reproches contra «la panda del patibulario por su recital de desprecio a las víctimas del accidente y a los enfermos de hepatitis C ». La referencia a los diputados del PP se completó con la definición de «gente indecente, desalmada» y se preguntó si el «impulso democrático» del presidente supone «amordazar al Parlamento».
El menosprecio de Xosé Manuel Beiras a la mayoría de la Cámara fue contestado por el ponderado portavoz del PP, Pedro Puy, quien señaló que «este tipo de confusiones me llevan a pensar que el señor Beiras, cuando llegó a la Cámara, quería deteriorar al PP. No lo consiguió, y quiso deteriorar el Parlamento, pero no lo va a conseguir.Lo único que va a conseguir es deteriorar su imagen; y yo, personalmente, lo lamento».
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