Los vínculos de una dirigente de Podemos con un bufete que defiende a terroristas, nueva mancha para los de Iglesias
La cúpula gallega del partido de Pablo Iglesias, elegida el pasado sábado, debe hacer frente a su primera polémica
No todos los escándalos de Podemos se centran en cúpula que lidera Pablo Iglesias . También la agrupación de Galicia, cuyos órganos de dirección se eligieron el pasado sábado, se ha visto salpicada por la polémica. Primero, a raíz de las declaraciones del portavoz de Podemos en Uruguay , que llegó a hablar de «un racismo muy paleto, muy gallego». Y esta semana, tras una información de ABC, que afecta de lleno a la recién elegida cúpula regional.
Tal y como publicó el lunes este medio, una dirigente de Podemos Galicia -integrante de la comisión de garantías de la formación- trabajó para un despacho de abogados que, entre otros casos, defendió a miembros de la banda terrorista Resistencia Galega. Sin ir más lejos, esta organización atentó el año pasado contra un ayuntamiento lucense.
El bufete, administrado por el hoy abogado Manuel Chao Dobarro -que durante su juventud fue condenado por pertenecer a la antigua organización terrorista Exército Guerrilleiro Galego do Pobo Ceibe-, también representó a la Grapo Isabel Aparicio.
El mismo día que trascendió públicamente la información, el primer secretario general de Podemos Galicia, Breogán Riobóo, admitió la colaboración de su compañera Elena Pernas con ese despacho, al tiempo que salió en su defensa limitando su vinculación a «unas prácticas» .
Defensa de Izquierda Unida
También Alternativa Galega de Esquerda (AGE) -el tándem electoral formado por la federación gallega de Izquierda Unida y los nacionalistas de Xosé Manuel Beiras- no tardó en defender a Podemos y atribuir estas informaciones a una intención de «manchar la imagen» del proyecto de Iglesias.
AGE, que se ha negado a condenar a Resistencia Galega en numerosas ocasiones, mantiene una relación de no agresión con Podemos. De hecho, quiere que este partido se sume a las diferentes candidaturas «ciudadanas» en los municipios gallegos, consciente de la necesidad de su empuje para entrar en los ayuntamientos. Esta actitud contrasta con la posición de IU en otras comunidades .
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