Una exempleada de Gerardo Crespo nunca lo vio entregar sobres a políticos

Dos nuevos testimonios en sede judicial en el marco de la «trama Zeta», que investiga el supuesto fraude en subvenciones para cursos de formación alrededor del grupo Azetanet y el empresario Gerardo Crespo. Este miércoles, su directora financiera, Susana L.O., ha confirmado que las órdenes en la empresa las daba Crespo y que ella no tenía «poder de decisión», y aunque admitió prepararle sobres con dinero, jamás presenció que se los entregara a nadie.

En sus tres horas de declaración, la exempleada reconoció que tampoco llegó a ver nunca al presunto conseguidor , el empresario Pachi Lucas, aunque los pagos que le hacía Crespo «se priorizaban». La directora financiera aparecía en el sumario de la investigación dando indicaciones a otra empleada para que ocultara pendrives a la Policía Judicial con datos de la facturación paralela de Azetanet durante los registros.

En otro de los emails intervenidos, solicitaba información a un asesor legal para la creación de sociedades fantasma — según los investigadores— con las que emitir facturas supuestamente falsas a Azetanet con las que justificar la prestación de los cursos.

La segunda de las comparecientes en la jornada de ayer fue Mercedes G.R., otra de las empleadas de Crespo. En su declaración, negó que hubiese ilegalidades en la gestión de los cursos de formación, y manifestó que éstos se realizaban. Tras escuchar grabaciones de ella misma intervenidas judicialmente en las que ordenaba la destrucción de documentos, la extrabajadora lo atribuyó al «nerviosismo».

Mercedes G. R. aparece recogida en el sumario en una conversación con su jefe en la que se referían a la compra de listados de supuestos afiliados a federaciones de autónomos para justificar la actividad de las solicitantes de las ayudas. En un email habría admitido que pedía facturas falsas a distintas academias.