pazguato y fino
Lo de siempre, los de siempre
Es el viejo nacionalismo envolviéndose en la bandera de la estrella
Podrán manosear como gusten la palabra «multitudinaria», pero a la manifestación de Queremos Galego del domingo en Compostela fueron los de siempre y pidiendo lo de siempre. A nivel cuantitativo, cualquier movimiento social que tiene detrás la mano ventrilocua de un partido político ya parte con un mínimo de respaldo ciudadano. Incluso con este BNG en caída libre y que apenas rascó 80.000 votos en las últimas Europeas, su feligresía acudió a la convocatoria de esa marioneta que es Queremos Galego sobre una cuestión tan politizada como la lengua . Contó con el respaldo de ese fagocitador de votantes del Bloque que es AGE, y con el ingenuo apoyo de un PSOE que aún no aprendió que las cohabitaciones lingüísticas con el nacionalismo le penalizan. Qué pronto olvidó el bipartito.
Es decir, no es una muchedumbre creciente, no es un grito que va tomando forma en la sociedad gallega y se echa a las calles. No. Es el viejo nacionalismo de siempre envolviéndose una vez más en la bandera de Galicia, pero la de la estrella independentista. Vamos, un espacio de encuentro nada sectario ni lleno de odio hacia el PP.
Precisamente ese fue el contenido, el habitual mensaje de ataque al PP. Entiéndase: hay que mantener en forma a la tropa con estas maniobras en un soleado y frío domingo de febrero, que las elecciones municipales están ya a la vuelta de la esquina y se necesita que el zurrón de consignas antiPP esté bien repleto.
Lo que no entiende el nacionalismo dogmático es que las lenguas se usan de manera libre por las personas. Y más allá de enseñanzas públicas regladas y campañas lógicas de difusión y promoción, a nadie se le puede imponer en qué tiene que expresarse. Ni su anhelada inmersión lingüística, ni su deseado apartheid para los castellanohablantes, ni su soñada Arcadia sancionadora son soluciones al uso declinante del gallego entre la juventud o en las dos principales ciudades.
Hoy, el gallego goza del prestigio de una administración autonómica que lo garantiza y usa, de unos políticos que se expresan en él sin rubor, de medios públicos para su difusión, de un campo infinito como es Internet para su divulgación. Pero algunos no dejan que la realidad les arrebate un buen eslogan de agitprop contra el PP.
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