«El 90 ciento de los atropellos son responsabilidad del peatón»

De las 17 personas que perdieron la vida atropelladas el pasado año en la Comunidad gallega, solo una llevaba el chaleco reflectante. Según Benito Bouzada, guardia civil de Tráfico y colaborador de la plataforma Stop Accidentes, portar este elemento de seguridad es sumamente importante porque «permite que un conductor te vea a 150 metros de distancia y tenga margen de maniobra para actuar». De ahí que todas las campañas puestas en marcha para rebajar la cifra de atropellos en el rural gallego pongan el acento sobre esta prenda de seguridad básica, que se puede adquirir en cualquier establecimiento comercial por unos 5 euros.

La razones del elevado número de atropellos mortales registrados en Galicia hay que buscarlas, según los expertos, en una población envejecida que tiende a vestirse con ropas oscuras, en la dispersión de las aldeas y en las malas condiciones meteorológicas propias de laa Comunidad. Una peligrosa tríada que sitúa a los mayores gallegos como uno de los colectivos más vulnerables. «Con los años los mayores pierden visión, audición y la capacidad para moverse más rápido, elementos necesarios para transitar por la carretera y tener percepción del riesgo real», indice Bouzada en una charla con ABC.

Ahondando en el papel que el transeúnte juega en los siniestros viales, este agente afirma que «aunque duele decirlo, en el 90 por ciento de los atropellos son responsabilidad del peatón». «Es algo que vemos a diario en las vías urbanas, donde cruzamos con el semáforo en rojo y por lugares inadecuados», explica a través de su experiencia. El contacto diario de los efectivos de Tráfico con la calle también les permite alertar sobre los riesgos del uso de las nuevas tecnologías, no solo dentro del vehículo. Caminar con los auriculares puestos o atentos al teléfono móvil distrae a los peatones de la situación de las vías y generan una arriesgada distracción. Y es que las estadísticas señalan que imprudencias como no circular por la izquierda o caminar despistado están en el origen de muchos accidentes mortales. La clave, apuntan los profesionales, concienciar a la sociedad a través de campañas de divulgación.