pazguato y fino
No señalen a Castiñeira
Al PP le ha salido un problema en Lugo, y se llama Rocío Mosquera
Probablemente haya una larga lista de espera en el servicio de oftalmología en el Sergas. Si no, es incomprensible la miopía de la conselleira de Sanidade. Al PP le ha salido un problema en Lugo, y se llama Rocío Mosquera. No sabemos si la unidad de radioterapia está o no en proceso de instalarse en el HULA o si la de hemodinámica se abrirá 24 horas, lo que sí sabemos es que la conselleira ha logrado que el candidato lucense de su mismo partido censure su actuación por lo que entiende que es menosprecio a su ciudad. Esto no pasa a menudo, la verdad.
Que esto ocurra sólo demuestra la falta de la mínima empatía política de Mosquera. Porque para el PP, Lugo ciudad y provincia son estratégicos, claves para descalabrar el futuro político de Gómez Besteiro. Ganar concello y diputación dejarían sin territorio al actual líder socialista y asestarían un mazazo a sus aspiraciones a presidir la Xunta. Lo lógico sería volcarse allí. Muy al contrario, el PP ha abonado el terreno para que el PSOE, con la mínima habilidad necesaria, hurgue en la herida de las carencias del HULA, mientras la conselleira no sabe o no contesta. O peor, puede decir que la culpa es de la gente que enferma, como con la gripe.
Sólo una situación límite puede llevar a un candidato a alzar la voz contra un conselleiro de su mismo partido. En esa han puesto a Jaime Castiñeira, que acierta al manifestarse del lado de los lucenses en lugar de secundar a una aparentemente insensible Mosquera. No es el primer representante municipal molesto con la conselleira, de la que todavía se espera que cumpla con la reforma local y asuma los centros de salud a que está obligada. Lleva un año de retraso.
Porque si todos los esfuerzos están centrados en el nuevo y necesario hospital de Vigo, hay un error de plazos. No va a surtir efecto en estas municipales para arañarle votos a Caballero, y veremos si llega para las próximas autonómicas. El HULA ya estaba construido y dotarlo de radioterapia era un simple gesto no ya electoral, sino humano. Cuando el PP no gane Lugo, que no señalen a Castiñeira.
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