El PSOE intenta arreglar su relación con el resto de grupos de la oposición
Besteiro niega que hubiese un acuerdo con el PP en el reparto de iniciativas en la Cámara
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La bronca suscitada en la junta de Portavoces del martes aún no ha abandonado el Parlamento gallego. AGE y BNG volvieron a cargar ayer contra PP y PSOE por avalar la propuesta de la Mesa de la Cámara, en donde se establecía un nuevo reparto de iniciativas derivado de la ampliación del Grupo Mixto, formado por dos diputadas. Aunque la crítica a los populares es constante y habitual, los reproches hacia los socialistas no suelen durar más de una rueda de prensa.
Pero tanto los nacionalistas como la izquierda radical —representada por los de Xosé Manuel Beiras— no han levantado el pie del acelerador. Ante este escenario, el secretario general del PSdeG ha intentado este miércoles establecer un acercamiento con ambas formaciones, rechazando la existencia de un acuerdo entre los partidos mayoritarios para reestructurar el cupo de iniciativas, por el que se le concede más voz al Grupo Mixto —tal y como éste reclamaba— en detrimento de AGE y BNG. «Niego cualquier tipo de acuerdo porque no lo hay, no se votó y no se pactó», se defendió José Ramón Gómez Besteiro. Según apuntaron el martes a ABC fuentes presenciales del encuentro, no hubo votación como tal, sino un posicionamiento público de los diferentes portavoces.
El líder socialista gallego repartió arena, pero también cal. A la coalición liderada por Beiras le recordó que el nuevo reparto es consecuencia directa de las dos escisiones de AGE, que pasaron a conformar el Grupo Mixto : primero Carmen Iglesias y, poco después, Consuelo Martínez. «Conviene que nadie pierda de vista que esas situaciones no deben cambiar la vida del resto de los partidos, porque nadie es el ombligo del mundo», reprobó, para después remarcar: «Los demás no tenemos la culpa».
Aunque uno de los damnificados es el Bloque, formación ajena a las guerras internas en la coalición formada por Izquierda Unida y Anova, tanto PP como PSOE escudaron su decisión en un criterio matemático. En ello volvió a insistir Besteiro, que animó a «ser responsables y serios», dado que «la situación se debe medir en términos de proporcionalidad», instó. Pero para el BNG no hay término medio. «Si quiere dar marcha atrás, será bienvenido, pero no puede falsear lo que pasó» , puntualizó la viceportavoz del Bloque en referencia al líder socialista.
Ana Pontón no entró en la discusión acerca de si la propuesta de la Mesa se llegó a votar o no. A sus ojos, lo ocurrido en la última junta de Portavoces merece una única reflexión: «PP y PSOE avalaron un nuevo recorte en la democracia en el Parlamento». Así lo consideran también en AGE, cuya número dos, Yolanda Díaz, se mostró especialmente censora con la actitud de los socialistas.
«Al señor Besteiro le digo con todo cariño que no hay pactos más férreos que los que son tácitos», recriminó, al tiempo que le aconsejó «arreglar su casa y que se preocupe de defender los derechos democráticos que deberían residenciarse en el Parlamento». En los pasillos de la Cámara —al igual que el lucense minutos antes (tras reunirse con representantes de los sindicatos de enfermería)—, Díaz vinculó la postura de populares y socialistas con una «estrategia de terror y pánico» porque, según ella, «van a desaparecer de las ciudades». Pese al tono elevado, el debate de fondo sigue siendo un problema de reparto de tiempos.
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