«Castiñeiras distingue el bien y el mal. Lo que perdió fue cualquier estímulo ético»

Fiscal y acusación particular mantiene su petición de pena para el ladrón confeso del robo del Códice Calixtino, de 15 y 31 años respectivamente, apoyándose en las pruebas de cargo

«Castiñeiras distingue el bien y el mal. Lo que perdió fue cualquier estímulo ético» muñiz

Patricia abet

La última sesión del juicio por el robo del Códice Calixtino ha arrancado con las formulaciones del Ministerio Fiscal y de la acusación particular -que representa al Cabildo catedralicio- en relación con el mediático robo. Las dos partes han mantenido sus peticiones de pena para el exelectricista de Catedral, que son de 25 y 31 años respectivamente. Han basado su postura en las pruebas de cargo que el tribunal ha visionado y que muestran «un afán desmesurado por el dinero» por parte del principal imputado, según ha relatado el fiscal Antonio Roma. «Sin que le importe un bledo tener a su mujer colaborando de la economía, disfruta en la intimidad contando el dinero de una manera llamativa. Donde duerme siempre hay un Códice Calixtino. Hay hasta en una grabación musical con la polifonía del manuscrito», ha explicado el represente del Ministerio Público en la sala.

En su alocución, Roma ha afirmado que el acusado «distingue el bien del mal» y que «lo que ha perdido es cualquier estímulo ético». Para reafirmar su postura se ha basado en una frase de la confesión de Castiñeiras ante el juez: «A veces había que tener mucha fuerza de voluntad para no coger más de lo que se cogía», dijo el imputado en su día. Esta declaración ha sido calificada por el fiscal como «un regodeo» que pone en tela de juicio «esa capacidad para poner límites a lo que está cogiendo». «Desde mi punto de vista la pena debe ser la más grave», ha rematado.

En la misma línea se ha manifestado el abogado de la acusación, que a modo de conclusión ha aludido al papel que la condición ética del Cabildo ha tenido en el caso, en clara referencia a que el administrador de la época no hubiese denunciado el robo de dinero. «La actuación del Cabildo está presidido por unas normas morales de buena fe hasta que no haya una acreditación real de los hechos. Esto lo palpaba Castiñeiras, que vivía en ese entorno», ha indicado antes de aclarar que «la voluntad de perdonar conlleva el arrepentimiento y la voluntad de reparar el daño causado».

Ninguna de las partes ha tenido en cuenta el informe psicológico que imputa a Castiñeiras un «trastorno acumulativo», apoyándose en que en su día el acusado se negó a someterse a un análisis psiquiátrico oficial.

Alegato de la defensa

Por su parte, la letrada de la defensa de Manuel Castiñeiras, ha pretendido poner en evidencia en su intervención de que las imágenes que muestran a su defendido saqueando la cajas fuerte del despacho del administrador «están manipuladas». «Es una prueba sin fiabilidad alguna. Es imposible saber el recorrido que hizo ese disco duro. Nadie ha certificado que no estuviese manipulado» ha afirmado ante el tribunal que juzga la sustracción del manuscrito y de 1,7 millones de euros.

Durante la última sesión del proceso, el principal imputado ha mantenido su actitud cabizbaja, evitando levantar la mirada en todo momento. Para concluir, Carmen Ventoso ha pedido para sus defendidos la libre absolución de los cargos presentados.

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