Turismo y camino de santiago
Peregrinos de más de 150 países abren una nueva época en el Camino de Santiago
Dos décadas después del Plan Xacobeo 1993, la ruta ha adquirido tal dimensión mundial que ha obligado a repensar los pasos hacia el próximo Año Santo 2021

Tan clarificador como el siguiente ejemplo:el número de peregrinos que termina el Camino de Santiago en 2014 en un sólo mes equivale al de todo el año 1995. Hasta el pasado 30 de noviembre habían alcanzado la tumba del Apóstol 236.015 personas. Hace dos décadas, completaban la ruta 19.821. Su auge es tan sobresaliente, que ya nadie se atreve a pronosticar dónde estará su techo. Cada año rebasa al precedente hasta el punto de que los cuatro últimos han sido ya mejores que los xacobeos de 1993, 1999 y 2004. Este ejercicio terminará un 10 por ciento por encima de 2013. Los motivos hay que encontrarlos fuera de España: se han disparado los peregrinos extranjeros, que ya son mayoría por encima de los nacionales. Ante este profundo cambio, ya se prepara el Camino del futuro sin olvidar dónde está el origen del fenómeno contemporáneo de una senda milenaria.
Se acaban de celebrar dos efemérides sin las que no se entiende el esplendor presente del fenómeno jacobeo:el veinticinco aniversario de la muerte de Elías Valiña, párroco de O Cebreiro a quien se debe la popular señalización con flechas amarillas, y la Jornada Mundial de la Juventud de 1989 en la capital gallega, con el Papa JuanPablo II. Del potencial del Camino se dio cuenta Víctor Manuel Vázquez Portomeñe, conselleiro de la Xunta con Manuel Fraga e impulsor del Plan Xacobeo 1993, el antes y después de la historia reciente del Camino. «No había nada, el Camino estaba muerto», ha reiterado en múltiples entrevistas este lucense con el que la peregrinación reverdeció.
Nada identifica tanto a este territorio como el Camino y nada ha contribuido tanto al desarrollo de tantas comarcas como el Camino, que se prepara para un nuevo plan que marque las pautas del próximo lustro antes del Año Santo 2021. En ese tiempo, se tratará de descongestionar el Camino Francés en beneficio de itinerarios como el portugués, la Ruta de la Plata o el Camino Inglés que parte de Ferrol. También se buscará reconvertir parte de la red de albergues, la apertura de un gran centro de cogida con todo tipo de servicios en Compostela, mejorar la seguridad en determinados tramos y, en general, convertir el Camino en un baluarte de turismo ecológico para seguir siendo la referencia de peregrinaciones de todo el mundo, de México hasta Japón, que buscan en Santiago la fórmula del éxito de esta torre de babel aupada, en buena medida, por la proliferación de best sellers como «Bueno, me largo», del humorista alemán Hape Kerkeling o la variedad de publicaciones que ha despertado la curiosidad en Corea del Sur.
Metas que se adelantan
Porque más allá de ser un hecho religioso y cultural protegido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1993, es también el principal reclamo turístico de Galicia, el elemento que hace que sea un destino desde enero a diciembre. No es este un sector menor dentro de la economía gallega, sino que muy al contrario representa más del 10 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) y del 11 por ciento de sus puestos de trabajo. Y todavía encierra muchas posibilidades de crecimiento.
Las ambiciosas metas que desde el Gobierno autonómico se proponían conseguir en 2016, ya han sido alcanzadas en un 2014 récord que dejó hasta octubre, por primera vez en la historia de Galicia, más de un millón de visitantes extranjeros. Su gasto en ese periodo se acercó a los 800 millones de euros.
En esa estrategia mucho tiene que decir el termalismo de Orense , una provincia en la que —de forma natural— el agua tiene propiedades saludables. Se están recuperando balnearios abandonados, ampliando otros ya existentes o construyendo nuevos que se antojan lugares ideales para descansar tras haber caminado 400 kilómetros, la distancia media actual que recorren los peregrinos hasta Compostela.
Alemanes, italianos, portugueses o estadounidenses son quienes con más entusiasmo se calzan rumbo a Galicia, pero tras ellos hay más de 150 nacionalidades. En el listado, hay peregrinos de países tan lejanos como Australia, Sudáfrica, China, Nigeria, Namibia, Cuba, Islandia, Zambia o Haití. Son ellos quienes —a lo largo de ocho rutas, 1.300 kilómetros repartidos en más de 100 municipios gallegos— continúan escribiendo capítulos a una vieja historia en cuyo guión faltaría un anhelo: que Francisco siguiera en 2015 las huellas de quienes le precedieron en San Pedro.
Noticias relacionadas