Pazguato y fino
El emperador va desnudo
Nadie en Vigo se atreve a decírselo a Caballero para evitar su ira
Vaya por adelantado la aclaración de que este artículo no va sobre el enésimo arranque de locuacidad del septuagenario Beiras . Agotados ya por la reiteración, al enésimo desbarre, a la provocación número cien, la capacidad para que nos escandalicemos por obscena que sea la afirmación directamente ha bajado la persiana. Ha conseguido que hagamos callo con el insulto. Habría incluso que agradecérselo a este abuelo gamberro de la izquierda ruidosa.
Hoy merecen nuestra atención las siempre jugosas reflexiones del alcalde de Vigo, en esta ocasión saliendo al paso del circo orquestado en la rotonda de Coia al afirmar que «en muchos lugares del mundo hay monumentos colocados en pleno territorio urbano», y como ejemplo se ha referido a la Fontana di Trevi . Tal cual.
Sin duda esto es responsabilidad de Feijóo , porque si la Xunta hubiera financiado el vuelo a Roma desde Peinador, los vigueses habrían tenido la posibilidad de viajar a la Ciudad Eterna y contemplar la majestuosa obra de Nicola Salvi ejecutada por Pietro Bracci y Filippo della Valle, y así dar la razón a su sabio y omnipotente regidor.
Por supuesto, también es culpa de esos periódicos que se editan fuera de Vigo —antivigueses, por lo general— por no haber regalado a sus lectores «La dolce vita», donde los vigueses habrían podido ver cómo la Fontana es casi como el Bernardo Alfageme pero con chorros de agua y una rubia sueca —y no es una redundancia— seduciendo a Mastroianni.
Uno, que va viajado y algo de cine vio de estudiante, cree que las palabras de Caballero no se sostienen. Pero más allá de eso, que con el alcalde de Vigo es lo habitual, preocupa esa sensación de que es como el emperador del cuento, que va desnudo intelectualmente y nadie se atreve a decírselo para evitar su terrible ira. Miren a Príncipe . Y mientras tanto, Vigo padece un nuevo ridículo. Que se lo hagan mirar.
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