Alertan de «contratos basura» en el sector lácteo por debajo de 30 céntimos
Unións Agrarias acepta las recomendaciones de la Xunta y convoca a las industrias a negociar
A un día de finalizar este 2014, el sector lácteo gallego empieza a hacer balance. Los 39,24 céntimos por cada litro de leche en origen cobrados en enero fueron decayendo a lo largo del año hasta los 32,24 de octubre, el último mes del que, por ahora, se tienen datos. Y las perspectivas no son mejores. Unións Agrarias alertaba ayer de una «caída estrepitosa» del precio —por debajo de 30 céntimos el litro— en los nuevos contratos ofrecidos por las industrias, «contratos basura» que el sindicato anima a no apresurarse a firmar.
Una estrategia que la Consellería de Medio Rural e do Mar «lamenta» y tacha de temeraria, pues si no se firman los documentos antes del 31 de diciembre «se podría estar incurriendo en una ilegalidad», ha asegurado en un comunicado emitido poco después de la rueda de prensa conjunta entre el secretario de Ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y directivo de Ulega, Román Santalla; y el secretario general de UU.AA., Roberto García.
El primero se ha ocupado de explicar una situación —definida por él como un «pulso a nuestra organización, a la Xunta y al Gobierno central»— que, a sus ojos, se debe a la entrada en vigor de la reforma del paquete lácteo, prevista para enero. Ante el escenario «útil» que se abre , Santalla recomendó a la industria «dejar de darle palos a los ganaderos» y, al Gobierno, «no dejarse asustar» y sacar adelante el Real Decreto. Mientras tanto, García desglosa los pasos a seguir el próximo año, con dos importantes medidas: la presentación de denuncias judiciales por la venta a pérdidas realizada por la distribución en productos como el queso, según especifica, y la solicitud de mesas de negociación con cada una de las empresas lácteas que operan en Galicia.
La reunión, que estará capitaneada por la Organización de Productores Lácteos Ulega, impulsada por UU.AA., parte con un triple objetivo: garantizar la recogida de la leche, fijar un precio base en los contratos anuales —obligatorios una vez entre en vigor la reforma— nunca por debajo de los 30 céntimos y establecer un «pacto de incremento de volumen» de producción para que, a partir del 1 de abril, las explotaciones puedan abastecer al mercado interno, teniendo en cuenta que España es deficitaria en leche.
De no prosperar el encuentro, Ulega valorará convocar movilizaciones e incluso una huelga de entregas en su próxima asamblea, fijada para el 30 de enero. El departamento dirigido por Rosa Quintana no dudó en celebrar el paso adelante dado por la organización y tantas veces reclamado por la conselleira a fin de «conseguir unas condiciones en los contratos justas». La última, en el congreso en el que García fue reelegido líder del sindicato.
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