Álex, el joven fallecido, «integrado y fiestero»

En O Carballiño nadie sale de su asombro desde que el pasado domingo los buzos rescataron del agua el cadáver de Alexandru Walter, de 22 años. Asentado con su familia en la localidad desde hace casi una década, el joven «Álex» era muy conocido entre la vecindad de esta localidad de apenas 15.000 habitantes en la que el fallecido cursaba un FP semipresencial. Todavía sacudidos por las circunstancias que envolvieron su muerte, los amigos más próximos a Álex evitan hablar sobre lo ocurrido y critican el tratamiento que se está haciendo del caso.

«Muy fiestero y animado», quienes coincidían con él en la noche carballinesa reconocen a ABC que a Walter le gustaba salir de juerga y que era habitual que se desplazase a Orense e incluso a Vigo para disfrutar de estas salidas con su pandilla. También aseguran — con la máxima de las cautelas— que frecuentaba un círculo en el que el consumo de drogas era algo habitual, aunque subrayando que «él era un chico muy simpático, nada violento y que nunca se metía en broncas».

Para la familia de Alexandru, querida y respetada en el lugar, todo son elogios por parte de sus conocidos. Su madre, «muy trabajadora», se dedicaba al cuidado de mayores dependientes y a realizar tareas domésticas. Antes había sido empleada en una fábrica de madera cercana. Su hermano mayor, que también vivía con ellos, llegó a coincidir trabajando en la misma empresa con uno de los acusados por el crimen de Álex. Una semana después de su desaparición, las incógnitas sobre las circunstancias en las que se produjo la muerte de Álex siguen sin despejarse.