Vecinos de Coia contrarios al barco revientan el último pleno en Vigo

Al alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, se le atragantaba ayer el pleno de cierre del año. Coincidiendo con la moción presentada por el BNG —en la que este grupo solicitaba devolver a su estado original la rotonda del barrio vigués de Coia donde el Ayuntamiento mantiene proyectada la instalación del Bernardo Alfageme— dos docenas de personas interrumpían a los concejales entre aplausos y al grito de «Non pode ser, non pode ser, o barco na rotonda e as familias sin comer».

Caballero envidó: «La ciudad pasará por encima de quien se oponga al barco —un pesquero construido en la primera mitad del siglo XX—». Y quien se opone vio su órdago y respondió: «O pobo unido, xamás será vencido». No faltaron tampoco quienes sacaron la cara por el alcalde apoyando el traslado del barco. Partidarios y opositores al proyecto se enzarzaban así durante varios minutos, tiempo que sirvió al munícipe para reaccionar y calificar al sector crítico de «reventadores profesionales de plenos». «La democracia se va a imponer», les espetó tras pedirles en reiteradas ocasiones que guardasen silencio. Concretamente citó a «esos doce de la CIG».

«Me siento avergonzada de esta oposición», señalaba la teniente de alcalde Carmela Silva en su turno de palabra y, al igual que antes había hecho Caballero, señaló como autores de las interrupciones «en contra de Vigo» al BNG y el sindicato nacionalista.

Por su parte, el portavoz socialista David Regades contrapuso los 600.000 euros que cuesta al año mantener el Alfageme, a los 100.000 que se va a gastar el Consistorio en esta actuación. Cifras que no le salen a la oposición, que calcula en unos 300.000 euros el coste de la instalación e iluminación .

Un «despropósito» en opinión de PP y BNG, que ayer sumaron sus votos para obligar al Concello a recuperar la ornamentación vegetal que había hasta ahora en la rotonda de Coia . En concreto, el Bloque, de quien partió la moción, exigió al grupo socialista que escuche las «demandas de la ciudadanía». Su portavoz, Iolanda Veloso, acusó a Caballero de «descalificar y despreciar» a la oposición y los vecinos que durante las últimas jornadas han protagonizado varias movilizaciones contra la instalación. Por su parte, los populares censuraron que no se ubique en el Museo del Mar por un «capricho del alcalde» y se pierda el legado del pesquero, del que «solo quedará para el recuerdo el conflicto del "Titanic de Caballero"».

Por alusiones, desde la CIG pidieron una rectificación al alcalde y rechazaron que estén detrás de la protesta como promotores y organizadores del movimiento social que la encabeza. El sindicato se reserva acudir a las instancias que sean necesarias ante «las graves insidias y descalificaciones» vertidas por Caballero y su equipo.