El PSOE de Santiago admite «heridas» sin cerrar por los resultados de las primarias
Bugallo, que dimitió como líder del partido en la ciudad, ve «aspiraciones frustradas que no lograron cauterizar». La dirección del partido convocará la asamblea para elegir a su sustituto. Por ahora, sólo se postuló su prima
La fractura del PSdeG a raíz de las primarias para elegir a los cabeza de lista de cara a las próximas municipales de 2015 ya no sólo es notoria de puertas adentro, sino también públicamente. De visibilizarlo se encargó ayer el diputado autonómico Xosé Sánchez Bugallo, que el jueves presentó su dimisión —valorada con anterioridad— como líder del partido en Santiago. El exalcalde compostelano admitió «heridas» internas abiertas a raíz del proceso de primarias , materializadas en su propia agrupación con la dimisión de la edil Mercedes Rosón, quien abandonó su silla en Raxoi poco después perder en las urnas contra Francisco Reyes .
Lejos de limitarse a una marcha aislada, los ecos llegaron hasta Ferrol, donde la hasta ahora portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento, Natividad González Laso, cedía su puesto tras la victoria de Beatriz Sestayo . Pese a que las dos no se enfrentaron directamente en el proceso, sus diferencias —expediente de por medio— a lo largo de este año fueron constantes.
Y también en un eslabón superior, en este caso la dirección de la formación en la provincia de La Coruña, se dejaron ver las consecuencias de las primarias. El nuevo líder de los socialistas coruñeses, Julio Sacristán, compuso el pasado sábado una ejecutiva sin integrar al oficialismo de las tres ciudades, lo que le valió que mitad de la provincia no avalase a su equipo, constituido en gran parte por «caamañistas». Él mismo reconocía la falta de integración, consecuencia de las «heridas», aún sin curar, de las elecciones más «democráticas» del PSOE.
A esas mismas se refirió ayer Bugallo al ser preguntado por la petición de impugnación de la asamblea local orientada a nombrar a su sucesor, un puesto para el que, por ahora, sólo se ha postulado su prima: María Gómez Bugallo. El sector próximo a Rosón no vio transparencia suficiente en este relevo —pues dudan de la imparcialidad del exregidor al respecto— y pidió la intervención de la dirección gallega, encargada ahora de convocar la próxima cita. Durante este tiempo que se abre, el parlamentario espera que esas heridas puedan ir cerrando y se intente buscar el «consenso» necesario de cara las municipales. Sobre todo porque, actualmente, las propias encuestas internas no ofrecen resultados alentadores ni para Santiago ni para Ferrol, en donde el PSOE podría quedar relegado a la tercera fuerza.
Envidia norteamericana
«Entendí que, a lo mejor, aceptar la impugnación nos daba la oportunidad de tener tiempo para una mayor reflexión», explicó Bugallo, pese a estar convencido de que no existía «razón legal» que sustentara tal petición. «Yo confío en que ahora aprovechemos la oportunidad que se nos ofrece para que, si hay posibilidad de mayores consensos, se materialicen», prosiguió. Consciente de que «las heridas que se infligieron y las aspiraciones que se vieron frustradas no acabaron de cauterizar» — en referencia velada a la dimisión de Rosón , ya criticada por la número dos de Besteiro—, apeló al espíritu norteamericano demostrado por Obama y Hillary Clinton en un último intento de unir a la desesperada.
De esta forma, animó al sector crítico a presentar un candidato a su puesto. Pero eso sí, al salir de la asamblea, ganador y perdedor deben remar en la misma dirección. «El que gane, ganó y el que pierda, debe aceptar que perdió y colaborar lealmente con el que ganó», instó. Aunque en el orden del día del comité nacional que el partido celebra hoy en Santiago no figuran como tal los efectos de las primarias, es probable que salgan a la luz las diferencias entre las familias socialistas.
Una lectura similar a la de Bugallo, mucho más incisiva, realizó el portavoz del PPdeG al ser preguntado por la situación del PSdeG. Las «heridas» definidas por el primero se transformaron en «división» en boca de Miguel Tellado. «Es la tónica general del PSOE en Galicia desde la llegada de Besteiro», criticó el popular, quien afeó su falta de capacidad a la hora de «aportar soluciones» o «cerrar filas», pues va «de cisma en cisma». Tellado lo tiene claro: las primarias de la principal fuerza de la oposición han dejado a ésta más dividida «que nunca». Hoy le toca hacer balance a Besteiro.
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