Detienen a los dos líderes «sectarios» de un grupo intervenido por la Iglesia
Se trata de Miguel Rosendo, fundador de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, y de una mujer que actuaba como su mano derecha
La Guardia Civil han detenido en la localidad madrileña de Collado Villalba a Miguel Rosendo, antiguo líder con supuestos comportamientos sectarios de Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, cuyo núcleo había estado en la localidad pontevedresa de Oia y que después se había desplazado a El Escorial. También ha sido arrestada -ambos por asociación ilícita- una mujer que actuaba como su mano derecha tras un registro que ha durado más de siete horas.
La vivienda del fundador ha sido registrada un día después de que familiares de varios adeptos reclamaran públicamente ayuda. Tras «años de sufrimiento», un grupo de personas que pertenecieron a la asociación -y que aún hoy tienen en ella a hijos o nietos tras haberse trasladado a Madrid- comparecieron en rueda de prensa este miércoles para denunciar «hechos extremadamente graves».
Los familiares, que afirmaron hablar en nombre de más una treintena de afectados, denunciaron supuestos abusos sexuales, agresiones y estafas. El grupo fue intervenido por el obispado de Tui-Vigo, que apartó a Rosendo, y ahora, bajo el nombre de La Voz del Serviam, continúa en la Comunidad de Madrid, pero sin ser una organización amparada por la Iglesia.
Sostuvieron que todos «permanecen bajo su influencia con la voluntad anulada» por el jefe, al que acusan de delitos como violaciones e indicaron que este justificaba antes una de las víctimas «que por su semen le llegaba el cuerpo de Cristo y que eso le purificaba». Entre rituales de santería, hablaron también de violencia: «En ocasiones ha usado la fuerza, tirando al suelo a algunos miembros o cogiendo de los pelos a una de las colaboradoras, arrastrándola por el suelo entre rosales y causándole heridas sangrantes en la espalda». Toda esa narración está siendo investigada por el Juzgado de Instrucción Número 1 de Tui.
«Amenazaba y humillaba a sus víctimas ante el resto de adeptos, sometiéndolas a una situación constante de cansancio físico, falta de sueño y deficiente alimentación». Manifiestaron que se producían emparejamientos forzados y que «se han llegado a celebrar cinco bodas en seis meses» entre sus miembros.
Supuestas estafas
«Miguel Rosendo continúa dirigiendo un entramado de estada y tráfico de influencias adaptado a su lucro personal, amparándose en una supuesta idea de acción social y familia cristiana», proseguían. Hay quien abandonó «trabajos de treinta años y brillantes carreras a punto de finalizar y hasta vendieron sus viviendas». Todos tenían en común que «atravesaban situaciones de gran dificultad».
El arrestado fue curandero en Vigo en los noventa y llegó a reunir en Oia a 400 personas de las que quedarían menos de 30. Falsas monjas vestían hábitos azules y amarillos y llegaron a cantar en la Jornada Mundial de la Juventud de 2011 en Madrid.