Ignacio Vilar: «Las miradas en 'A Esmorga' son puro cine»
La historia de tres perdedores, previamente creados por Eduardo Blanco Amor, cobran vida en una cinta que ha enganchado al público
—¿De «A Esmorga»de Ignacio Vilar a estas alturas de la película ya se puede decir éxito de crítica y público?
—Efectivamente somos la segunda película que más gente ha metido en los cines o dicho de otra manera la segunda película de toda España que más público convoca por copia muy por encima de los que están compitiendo con nosotros y teniendo en cuenta que se han distribuido 18 copias.
—¿Cuál es el reclamo, la novela de Blanco Amor o la posibilidad de ver literatura en el cine
—La gente sale emocionada, tocada. Los espectadores se convierten en el reclamo de la película , los que marcan la tendencia, lo transmiten y al final es una historia universal en la que todos podemos sentirnos reflejados.
—¿Existe un rasgo diferenciador, particular en la historia vinculado a su localización en Galicia?
—Lo universal sale de lo local. Al final en el fondo todos somos iguales, cuando una historia interesa llega a todas las personas y es que todo sale de la luz, de la vida, de cómo entendemos el mundo. Sin embargo cada lugar puede aportar mucho a los demás. Estamos muy orgullosos de «A Esmorga», es la primera vez que pasa con una película . Podemos competir con la mejor cinematografía del mundo y aportamos nuestra forma de ser.
—¿Cómo condiciona el guión de la película la brillantez de la novela de Eduardo Blanco Amor?
—Es muy difícil conseguir la atmósfera de la novela en el cine vigente. También es un reto escuchar a un vasco como Karra Elejalde hablando en gallego. En todo caso hemos conseguido los matices de la novela y todo gracias a la interpretación y a la recreación del clima. Hemos estado rodando casi 10 horas en el exterior porque había que conseguir ese ambiente para lograr el resultado buscado.
—¿Los actores empatizan de modo natural con los personajes?
—Los protagonistas están metidos en una espiral. Van cerrando puertas y tirando las llaves. Transmitir y contar en el cine este camino hacia un destino brutal y trágico es muy difícil, pero se ha conseguido gracias al talento interpretativo y a la empatía de los actores . Como ejemplo, Karra Elejalde, estuvo 15 días estudiando la novela y las relaciones de la trama.
—¿Con qué se identifica el espectador con la historia o con los prototipos de los seres humanos que ideó Blanco Amor?
—Los protagonistas están llenos de matices. Quieren hacer una vida normal y entran en una espiral que los aleja de esa pretensión. Las interrelaciones se multiplican por mil y algunos pueden quedarse con la angustia de Cibrán. Cada personaje tiene su propia historia y la novela da margen para que cada personaje se crezca.
—En la narración hay situaciones oscuras y no contadas en público a las que se le da luz
—Dentro del drama hay momentos de risas y en todos esos momentos hay miradas. Las miradas de la película son puro cine . Además hay secuencias en las que no se dice nada y eso para mí es el cine
—¿El alcohol y la sexualidad no confesada condicionan y guionizan la historia?
—Nos remontamos a los años 50. Los protagonistas no son capaces de dar rienda suelta a sus pulsiones. Sin embargo el alcohol los disculpa para acceder a alguno de sus deseos y se eso se trabaja muy sutilmente por Morris. El espectador empatiza con la historia y con todo lo que la rodea.
—¿Y la fotografía está muy pensada?
—La luz del Orense más frío que condiciona el destino es fundamental. El clima nos influye a todos los seres humanos, es capaz de cambiar nuestra naturaleza. Hemos rodado en condiciones adversas para lograr la fotografía buscada.
—¿La historia de los perdedores sigue atrapando al público?
—Sí. Han nacido como perdedores y esto sirve para ahora. Son personajes a los que el sistema les ha cerrado las puertas.
—¿Por qué ha elegido «A Esmorga»?
—Porque yo cuando vi la novela me sentí identificado y es una novela y ya tienes una territorio y sabemos de qué va. Se trataba de buscar un lugar común dónde podemos coincidir todos. Son espacios comunes.
—¿La película triunfará en el mercado español?
—Es una historia universal y como historia universal va hablar de cosas diferentes pero hay elementos que nos van a servir para el presente y en Madrid van a ver que tiene que ver con la vida de la que todos formamos parte.
Noticias relacionadas
