Galicia, tierra de setas

Cantarelos

Conocidas en otros puntos de España como rebozuelo o chantarelas, el Cantharellus Cibarius es un hongo propio de los boques de coníferas, que en Galicia se encuentra habitualmente en las zonas costeras. Dependiendo de las características del terreno en el que crezca, su tonalidad puede ir desde el blanquecino hasta un naranja intenso.

Es una especie muy apreciada para su degustación y muy arraigada en la tradición de la cocina gallega ya que se puede consumir tanto guisada como en conserva o seca. Habitualmente se utiliza como acompañamiento de carnes.

Boletos

Si los cantarelos eran típicos de la costa, los boletos son una de las especies más típicas del interior, pero igualmente valoradas por los recolectores y demandadas en el mercado debido a su valor culinario. El tipo de bosque en el que se suele encontrar es en pinares y robledales.

De carne habitualmente blanca, se emplean tanto cocinados como conservados en aceite o vinagre. Son ideales para prepararlos salteados, a la plancha o en revueltos para comer solos o como acompañamiento.

Níscalos

La llegada del otoño trae a Galicia también esta seta con un color a caballo entre el blanco y el anaranjado que se encuentra mayoritariamente en la comunidad bajo la sombra de los pinos. De carne densa y compacta y olor dulce, el lactarius deliciosus es muy propenso a oxidarse

Su nombre científico ya deja entrever su alta aceptación en materia gastronómica. Suele cocinarse a la brasa o guisada, como acompañante de carnes.

Cogordos

Las macrolepiotas son una familia muy amplia de hongos, y la más habitual en Galicia es la procera. Conocidas también como parasol, esta seta se caracteriza por su sombrero cerrado de joven que se abre con el paso del tiempo. Su color suele ser blanquecino con tonos rojizos en ocasiones con sus láminas blancas y bien separadas. Es habitual verla a finales de verano y durante todo el otoño.

Es una especie comestible también apreciada, pero es confundible con otra de menor tamaño que puede resultar venenosa, e incluso mortal.

Bola de nieve

Las agaricus arvensis son uno de los hongos mejor considerados por su comestibilidad. Se caracteriza por su sombrero convexo, su color blanco intenso y su tamaño (de ahí su nombre común), que puede alcanzar los 20 centímetros de diámetro.Las bolas de nieve son muy similares a los champiñones, por lo que sus usos culinarios son parecidos también a ellos.

Seta de cardo

De nombre científico Pleurotus Eryngi, suelen aparecer desde finales de verano o tras temporadas lluviosas en caminos y praderas. Sutonalidad es parda, su carne elástica y muy sabrosa. Es una especie comestible muy apreciada, que permite elaboraciones variadas como pueden ser a la cazuela, al ajillo, salteadas a la plancha con verduras o en revueltos.

Armillaria Mellea

Es uno de los hongos más abundantes en toda Galicia. Aparece en zonas donde existe vegetación muerta, ocasionando problemas a las plantas cercanas. De color marrón, a veces amarillento, la setas es comestible aunque no de las más apreciadas ya que puede generar intolerancia en muchas personas. Su carne es fibrosa y a veces presenta un sabor muy fuerte.