junta general de accionistas
Pescanova ve «serias incertidumbres» que desaconsejan su vuelta a la cotización
Supedita su regreso a la Bolsa a que las nueve filiales salgan del concurso de acreedores, a mediados de 2015
Pescanova fecha su regreso a Bolsa no antes de mediados de 2015, cuando espera tener resuelto el concurso de las filiales. Será entonces cuando solicite a la CNMV levantar la suspensión (desde marzo de 2013). Argumenta la multinacional que, por el momento, existen «serias incertidumbres» que desaconsejan su vuelta a la cotización, «porque podría haber algún contratiempo que impidiese cumplir el plan de viabilidad de la empresa».
Así se confirmaba este jueves en la Junta General de Accionistas de Pescanova, convocada por orden judicial a petición del fondo de inversión estadounidense Cartesian, donde se eludió dar cuenta de los detalles del informe «forensic» de KPMG, por razones obvias de confidencialidad, y se remitió a los datos publicados, que el consejero Diego Fontán, que ejerció de presidente, consideró «suficientes» para entender la situación en la que se encontraba la multinacional y que derivó en el concurso de acreedores.
En sus conclusiones, la auditora desveló un desfase de 1.729 millones entre la deuda declarada a 31 de diciembre de 2012 (1.552) y la real cuando saltó el escándalo (3.281), así como un patrimonio neto negativo de 927 millones. Irregularidades financieras, que KPMG atribuyó a la expresidencia de la multinacional — Manuel Fernández de Sousa está imputado junto a su cúpula directiva en la Audiencia Nacional por varios delitos societarios —. Un total de 300 páginas en las que se describe la ingeniería contable diseñada desde Pescanova, y que, según recoge el informe, se remonta a 2009.
Cartesian, con un 5% del capital (1.436.886 títulos de la pesquera, suspendida de cotización) acudió al juzgado después de que su petición al consejo, para ser informado sobre la citada autopsia contable, el plan de viabilidad elaborado por PwC y los términos del mandato al banco de inversión Lazard (encargado de la refinanciación de la deuda con las entidades acreedoras), no fuera atendida.
Cuestiones, todas ellas, sobre las que se informó en la cita de este jueves en Chapela, entre quejas de los accionistas, que volvieron a censurar la falta de información y transparencia. Algunos denunciaron que las explicaciones sobre el informe de KPMG se despacharan con «un folio de conclusiones».
La Junta además incluyó la modificación de los estatutos sociales y del reglamento en relación a las atribuciones de los accionistas en situación de conflicto de interés, sin que este punto del orden del día tuviera el respaldo suficiente. Por último, se formalizó el como auditora para los ejercicios de 2014 a 2016 en sustitución de BDO, que presentó su renuncia, por la mayoría del accionario presente o representado.
Hasta septiembre, la multinacional pesquera acumulaba un beneficio neto de 1.786 millones, tras el impacto del registro contable de la quita sobre sus créditos concursales y de su filial Pescafina, después de la aprobación el pasado 23 de mayo de sus respectivos convenios de acreedores. El grupo pesquero sumó una ventas de 706 millones, un 7,5% inferiores a las de 2013. Su resultado operativo, antes de amortizaciones y provisiones se situó en 54 millones de euros.
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