Abel Caballero intenta desactivar la propuesta de trasparencia del PP
El alcalde de Vigo anuncia de forma sorpresiva una nueva ordenanza municipal
El anuncio pilló por sorpresa hasta a su propio equipo. «He dado instrucciones al secretario del pleno para que se elabore una nueva ordenanza de transparencia», informaba a la prensa el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero. Lo hacía a bombo y platillo, tan sólo tres cuartos de hora después de que el PP presentara en su sede un decálogo de buenas prácticas y transparencia. Viejos hábitos que el munícipe recuperaba este miércoles. No es la primera vez que contraprograma a la oposición en sus actos, tanto que los conservadores hace tiempo que acordaron sustituir los detalles de los temas a tratar en sus comparecencias por la descripción genérica de «asuntos de actualidad».
La iniciativa, que el regidor se sacaba a la desesperada de la manga, plantea la publicación en la web municipal del patrimonio de los miembros del pleno. El mismo sistema que se utiliza en el Congreso de los Diputados y que Caballero confía sea aprobado por unanimidad de todos los grupos. Hasta el momento esto sólo ocurre con los ediles del PSOE.
Acto seguido, y al hilo de la propuesta de los populares olívicos que, entre otras cuestiones, contempla la creación de una comisión de control de las contrataciones y subvenciones públicas, el primer edil alardeó de los «altísimos índices de transparencia» del Concello en este área, con una puntuación de «cien sobre cien», apuntó.
Suspenso del ITA
Extremo, este último, que desmiente la información pública que Transparencia Internacional define mediante la elaboración del Índice ITA, que vuelve a situar al Ayuntamiento de Vigo a la cola de los municipios españoles. De los 110 analizados del ranking nacional en 2014, el Consistorio olívico ocupa la plaza 107 en una lista encabezada por La Coruña. El pasado año, un estudio de esta misma organización daba a la ciudad el único suspenso de entre las siete grandes gallegas en cuanto a los requisitos que integran la Ley de Transparencia.
En el camino hacia el aprobado, y ante la evidente falta de fiscalización y control, el Partido Popular reclama ahora para Vigo un modelo similar al diseñado por el presidente gallego , Alberto Núñez Feijóo, para la Xunta. Un decálogo de buenas prácticas y transparencia con el que ascender en la citada lista y que su presidente, José Manuel Figueroa, definió como «un necesario esfuerzo de la administración local por acercarse a los ciudadanos e interactuar con ellos desde el gobierno y los servicios públicos.
Diez medidas susceptibles de ampliación, abiertas a la aportación de los vecinos, con las que, en palabras del secretario general del partido, Miguel Fidalgo, pretenden un acercamiento al «gobierno abierto». Un nuevo concepto de servicio al ciudadano, asentado sobre la transparencia, la información y la colaboración, «donde los departamentos tendrán que coordinarse mucho mejor y donde nos acostumbraremos a pasar del mostrador a la mesa redonda», apuntó.
Los dirigentes populares enmarcaron este decálogo en su anunciado proyecto de reforma de la administración local, nacido del debate interno generado en las comisiones de trabajo del partido, bajo coordinación del exedil Jorge Conde, en respuesta a la demanda de los ciudadanos.
Su puesta en marcha, indicaron, implicará la creación de nuevas formas de relación, cambios culturales, variaciones en los procesos de trabajo y la ejecución de modelos organizativos.