La CUT llama a la huelga
PSA plantea rebajar el 5% a nuevos contratos y no cede a los pluses
Los operarios conocerán el lunes el plan industrial de la planta
La automovilística francesa considera suficientes sus cesiones al renunciar a aplicar la rebaja salarial del 5%, inicialmente propuesta para toda la plantilla y que finalmente solo será efectiva sobre nuevas contrataciones. Es la propuesta que ayer ponía sobre la mesa negociadora la dirección de PSA Peugeot Citroën en Vigo, con topes de 16.250 euros brutos anuales de mínimo y 34.150 de máximo, frente a los actuales de 17.000 y 36.000.
Y aunque sean menores, extremo que la factoría se ha comprometido a estudiar, habrá que revisar los pluses a la baja. En este sentido avisa que «quedarse en nada no puede ser y habrá recortes». Su propuesta pasaría así por buscar una fórmula de merma progresiva con menor penalización a a los operarios que trabajan menos horas. En concreto se habló del turno de noche, el que presenta mayor vulnerabilidad horaria.
Si bien, en la puja por la k9 (el nuevo modelo de furgoneta) cualquier medida parece insuficiente para ganar en competitividad , y la revisión de salarios es solo una de las cuatro patas sobre las que está previsto actuar. La clave está en el plan industrial que recoge la estrategia de futuro para la factoría olívica y que la dirección de PSA presentará en una próxima reunión (el 10 de noviembre) al comité de empresa, con actuaciones en materia de logística, inversiones y proveedores. La empresa desmiente así los rumores que apuntaban a que la nueva furgoneta estaba ya adjudicada a Vigo.
Desde la UGT, Rubén Pérez, afirmaba este viernes que «hay que poner las cartas boca arriba, que digan claro hacia dónde vamos y si los sacrificios van a servir para algo», tras advertir que «no se puede tener un plan estratégico a dos años vista».
Más radical se muestra la CUT (con 2 de los 33 delegados del comité) a la hora de valorar la propuesta de Citroën que, salvó que la asamblea del sábado decida lo contrario, mantiene los paros convocados. Además, acusa a la fábrica de «coartar el derecho a huelga».
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