Diputados enfrentados

La crisis de Anova amenaza con romper AGE por segunda vez

A través de un «referéndum telemático», sus miembros pudieron votar desde el jueves hasta la medianoche del domingo su futuro

La crisis de Anova amenaza con romper AGE por segunda vez efe

C. PICHEL

Anova, el invento político ideado por Xosé Manuel Beiras y los suyos tras su estrepitosa salida del BNG, está a punto de romperse poco más de dos años después de nacer. Todo depende de lo que hoy dé a conocer, a lo largo de la tarde, la facción crítica Cerna. A través de un «referéndum telemático», sus miembros pudieron votar desde el jueves hasta la medianoche del domingo su futuro dentro o fuera de Anova. Ayer por la tarde, nadie se atrevía a dar un resultado orientativo, aunque el descontento es máximo tras la última asamblea, donde fueron purgados por la dirección.

Pero ya no se trata solo de una fractura en Anova. En juego está abrir un nuevo conflicto en AGE parecido al de finales del año pasado a raíz de la marcha a Dinamarca de David Fernández Calviño y, por ende, la entrada de Carmen Iglesias en el Parlamento, hoy única integrante del Grupo Mixto, creado tras las desavenencias con sus antiguos compañeros.

Otra diputada puede sumar ahora un nuevo abandono en Alternativa Galega de Esquerda, provocando que los nueve escaños conseguidos en las urnas se igualen a los siete del BNG. Y es que una de sus patas, Anova, vive instalada en una crisis permanente. Su segunda asamblea mostró a una militancia completamente dividida en dos mitades, donde el otrora incontestable portavoz nacional ya no es un elemento de unión . Esa dicotomía también llega al Parlamento gallego, donde tres diputados de Anova comparten coalición con otros cinco de Esquerda Unida.

De entre esos tres, una, Consuelo Martínez, pertenece a Cerna. Los dos restantes son el propio Beiras y Antón Sánchez, también de la cuerda oficialista. Precisamente, éste último y Martínez protagonizaron un duro careo en la asamblea cuando hubo que votar la readmisión de los militantes expulsados de Redondela.

Si finalmente la facción de los críticos abandona Anova, la diputada tiene dos salidas: compartir Grupo Mixto con una Iglesias que no es del todo de su agrado, o bien permanecer como independiente dentro de AGE

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